La enfermería -al igual que la docencia y la camarería- se encuentra entre las ocupaciones que los economistas denominan «trabajos de cuello rosa», o profesiones dominadas desde hace tiempo por las mujeres.
Aunque cada vez son más los hombres que se ponen el cuello rosa y se enfrentan al estigma social asociado con el «trabajo de las mujeres», las cifras nos dicen que tenemos un largo camino por recorrer cuando se trata de igualar la representación en ciertos campos.
Una de estas ocupaciones es la enfermería. Nueve de cada diez enfermeras tituladas son mujeres.
Otras ocupaciones en las que las mujeres están muy concentradas son las de director de recursos humanos, trabajador social y consejero.
Los economistas advierten de estas asombrosas desproporciones y creen que unas ocupaciones más integradas harían la economía más eficiente.
La economista del comportamiento, Teresa Ghilarducci, declaró al New York Times que las barreras artificiales, como el estigma que rodea al «trabajo de las mujeres», dificultan que las empresas encuentren a los mejores a la hora de contratar.
IdeasFisherman creó el siguiente visual utilizando datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos para mostrar la desproporcionada representación de las mujeres en ciertos trabajos: