Consejos para quitar la quemadura del jalapeño de tu piel

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Ok, todos hemos estado ahí. Estamos sorbiendo un margo celestial y picando jalapeños a gusto cuando sucede lo inevitable. Nos frotamos los ojos o la nariz y lo siguiente que sabemos es que estamos chillando por la casa como un loco. Una vez me saqué las lentillas con los dedos de pimienta y casi tuve que llamar al 911.

¿Entonces qué pasa? ¿Cómo nos quitamos el aceite de pimienta caliente de la piel, o lo hacemos?

En primer lugar, no seas tonto. Siempre, siempre, usa guantes cuando cortes pimientos. Coge un par de guantes de goma y guárdalos en una bolsita debajo del fregadero sólo para los pimientos. Los guantes de goma son mejores que los ajustados guantes de látex porque son fáciles de poner y quitar y son reutilizables.

Si tienes un desliz y cortas pimientos sin guantes aquí tienes algunos remedios. Por favor, tenga en cuenta: los he probado todos y funcionan bien, pero nada está probado para deshacerse de él inmediatamente.

Aceite
El aceite ayuda a disolver los aceites del chile picante. Algunos incluso han afirmado que frotarse las manos con sólo un toque de aceite vegetal o de oliva (pero no lo suficiente como para que las manos se vuelvan resbaladizas) antes de cortar pimientos las recubrirá lo suficiente como para evitar que se produzca la picadura en primer lugar.

Alcohol
El aceite de chile y la capsaicina son más solubles en el alcohol que en el agua, por lo que un buen chorro de alcohol para fricciones o incluso de alcohol de alta graduación, como el vodka, puede ayudar a eliminarlos.

Leche entera o yogur
La teoría detrás de esto es que el chile también es más soluble en grasas y aceites que en agua. Aunque algunos afirman que esto es una leyenda urbana, ¡otros lo juran! Sumerge tus manos en la leche o el yogur hasta que la sensación de ardor desaparezca.

Solución débil de lejía
En un episodio de Good Eats, Alton Brown dice: «Por cierto, la capsaicina, el compuesto ardiente de los chiles, se pegará a tus dedos durante horas convirtiendo tus manos en armas químicas. Puedes evitarlo usando guantes de vinilo o látex. O puedes sumergir de vez en cuando tus dedos en una solución de cinco a uno de agua y lejía mientras trabajas. La lejía convertirá la capsaicina en una sal soluble en agua que luego se enjuagará.

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