Cualquier perro puede morder. Según el Centro de Control de Enfermedades, los perros muerden a unos 4,5 millones de personas cada año. Esta cifra puede parecer aterradora, pero hay una serie de cosas que puede hacer para asegurarse de que su perro no contribuya a esta estadística de mordeduras de perro.
Cuando un perro muerde a una persona, a menudo es por miedo o protección, o cuando no se sienten bien y quieren estar solos. El entrenamiento para prevenir las mordeduras de perro implica una socialización adecuada, proporcionando una estructura, y la construcción de la confianza de su perro.
Socialice a su perro
Si acaba de traer a casa un cachorro, lo mejor que puede hacer es presentarle tantos lugares, personas y situaciones nuevas como sea posible. Mantenga las cosas positivas. Esta exposición temprana se conoce como socialización; un cachorro bien socializado es mucho menos probable que tenga miedo en situaciones nuevas, y esta falta de miedo disminuye la probabilidad de agresión. Si su perro ya no es un cachorro, todavía puede trabajar en la socialización de adultos.
Esterilice a su perro
Aunque tener a su perro esterilizado o castrado no garantiza que nunca morderá, hay algunas pruebas que sugieren que los perros alterados tienden a ser menos agresivos. Hay una serie de buenas razones para esterilizar o castrar a su perro, y la prevención potencial de una mordedura de perro está en la parte superior de esa lista.
No haga suposiciones
Dado las circunstancias adecuadas, cualquier perro tiene el potencial de morder. Con demasiada frecuencia las personas son mordidas por los perros porque asumen que su perro no va a morder. No asuma que porque un perro es de cierta raza o tamaño, o porque nunca ha mostrado agresividad en el pasado, que un perro no va a morder.
Trabaje en el entrenamiento de la obediencia
Un perro obediente es más fácil de controlar. Al trabajar en el entrenamiento de la obediencia, puede utilizar comandos básicos para mantener a su perro centrado en usted en situaciones en las que se siente incómodo. Si usted es capaz de controlar el comportamiento de su perro, es menos probable que muerda. Además, el adiestramiento proporciona una estructura a su perro y aumenta su confianza.
Utilice el refuerzo positivo
El adiestramiento de perros con refuerzo positivo es un método de adiestramiento que premia el buen comportamiento en lugar de castigar el comportamiento inadecuado. El refuerzo positivo puede incluir golosinas, tiempo de juego adicional, estímulo verbal, caricias o cualquier otra actividad que su perro disfrute.
El castigo, por el contrario, puede ser cualquier cosa que un perro encuentre desagradable. Algunos de los castigos más comunes son los golpes, las correcciones con la correa y hacer rodar físicamente al perro, un proceso conocido como rodamiento alfa.
Un estudio de 2009 publicado en el Journal of Applied Animal Behavior (Revista de Comportamiento Animal Aplicado) descubrió que los perros entrenados con castigos tienen un 25 por ciento más de probabilidades de responder con agresividad que otros perros. Utilizando métodos de adiestramiento canino en positivo, puede reducir la probabilidad de que su perro muerda.
Esté atento al lenguaje corporal
Los perros utilizan el lenguaje corporal para comunicarse. Preste atención a lo que le dice el lenguaje corporal de su perro. Un perro que está asustado o descontento por tener su territorio invadido tiene el potencial de morder. Comportamientos como enseñar los dientes, levantar los pelos, agachar la cabeza o poner las orejas pegadas a la cabeza son señales de que un perro está incómodo y puede morder. Si observa que un perro muestra este tipo de lenguaje corporal, déle algo de espacio y aconseje a los demás que también lo hagan. Retire a su perro de la situación tan pronto como se sienta seguro para hacerlo.
No detenga los gruñidos de un perro
Su perro gruñe para hacerle saber que está incómodo con una persona o situación. Es una señal de advertencia de que puede morder. Muy a menudo nuestro impulso es enseñar a nuestros perros que es inapropiado gruñir. El perro puede aprender tan bien esta lección que deja de gruñir en cualquier situación. Por eso oímos tan a menudo historias de perros que muerden sin avisar. Al evitar que gruñan, no permitimos que los perros comuniquen su malestar.
Una mejor opción es prestar atención a las circunstancias que hacen que su perro gruña. ¿Le gruñe a alguien que se acerca a su plato de comida, a un niño que pasa corriendo, a una persona que lo acorrala? Una vez que sepa por qué gruñe su perro, puede iniciar un programa de adiestramiento canino para enseñarle a sentirse más cómodo en esas situaciones. De este modo, se corrige el problema que provoca la posible agresividad en lugar de quitarle a su perro la capacidad de avisar de que puede morder. Una vez que su perro se sienta más cómodo en una situación determinada, no sentirá la necesidad de gruñir.
Problemas y comportamiento de prueba
Para probar el nuevo comportamiento más apropiado de su perro, tendrá que llevarlo a nuevos entornos y presentarlo a nuevas personas y animales.Si es capaz de mantener su comportamiento en una variedad de entornos, ha interiorizado el adiestramiento; si no es así, puede que tenga que tomar medidas adicionales.
Si sabe cuándo es más probable que su perro gruña o muerda, querrá estar seguro de que el perro puede ahora manejar esa situación sin recurrir a la agresión. No es buena idea sobresaltar o asustar a su perro, pero es útil introducir poco a poco los retos para estar seguro de que su perro puede manejarlos. Por ejemplo, si su perro es agresivo en torno a la comida pero ha aprendido a no gruñir ni morder a la hora de comer, haga que otra persona le traiga la comida para asegurarse de que el nuevo comportamiento se sigue incluso con una nueva persona en la habitación.
Si le ha enseñado órdenes utilizando el refuerzo positivo y ha trabajado duro para ganarse la confianza de su perro, es posible que aún le cueste aprender a no gruñir ni morder. Si ese es el caso, tendrá que tomar medidas adicionales.
La agresividad es un problema de comportamiento difícil de superar por su cuenta. Si cree que su perro puede volverse agresivo, o si ya ha mordido a alguien, es el momento de llamar a un entrenador de perros profesional o a un conductista de animales. Un adiestrador de perros profesional puede ayudarle a elaborar un plan para controlar la agresividad de su perro y garantizar su seguridad y la de su perro.