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¿Tienes algún lunar o verruga fea que te preocupa? ¿Sabrías cómo identificar lunares malignos? Hoy te vamos a enseñar a reconocerlos.
En AXA Health Keeper tenemos dermatólogos para que te quedes tranquilo. Sigue sus indicaciones y cuida de tu piel todo el año, no solo en los meses cálidos. Regístrate.
Qué es un lunar
Un lunar es una mancha de color uniforme, normalmente canela, café o negro. Puede ser plano o con relieve y de diferentes tamaños. Lo más habitual es que no superen los seis milímetros de ancho.
Algunos lunares están presentes ya en bebés recién nacidos, pero es más frecuente que aparezcan durante la infancia y pubertad.
Los lunares benignos no suelen cambiar de tamaño, ni de forma o color, por eso es tan importante revisarlos de vez en cuando para comprobar que no haya habido ninguna modificación.
Cáncer de piel tipo: Melanoma
Un cáncer de piel tipo melanoma empieza en los melanocitos, que son las células de la piel que se encargan de la pigmentación. Por ello, uno de los primeros síntomas es la aparición de lunares o manchas que no siguen las reglas de un lunar o peca convencional.
Lunares malignos. Cómo reconocerlos
Debes seguir la técnica del «ABCDE», que te explicamos a continuación:
- A
Asimetría. Los lunares son simétricos. Si los divides con una línea imaginaria por la mitad, los dos lados son iguales.
Los lunares malignos no tienen ninguna forma definida y crecen hacia donde les resulta más fácil.
- B
Bordes Irregulares. Los bordes de un lunar común están delineados y se ve claramente dónde acaba el lunar y comienza la piel sana.
En un lunar maligno el contorno es borroso e indefinido.
- C
Color concreto. Un lunar sano es de color homogéneo, negro, café o marrón.
Un lunar maligno es rojizo, blanco o con diferentes colores al mismo tiempo.
- D
Diámetro. Habitualmente los lunares tienen un tamaño entre 2-3 milímetros.
A partir de 6 milímetros un lunar debería empezar a preocuparnos.
- E
Evolución. Los lunares permanecen estables en cuanto a forma, tamaño y color.
Los lunares malignos pueden aparecer de forma muy rápida y crecen a gran velocidad. También esos cambios se podrían observar en un lunar ya existente que, de forma súbita, crece o cambia de textura.
Además ten en cuenta que:
- Un lunar maligno puede presentar otros síntomas como sangrado, picor, dolor, inflamación…
- Una herida que no cura, supura o sangra a pesar de los cuidados y no evoluciona favorablemente debe ser revisada por un dermatólogo pues también podría tratarse de una lesión cancerosa.
- Los melanomas son más frecuentes en la cabeza, cuello o espalda en el caso de los hombres y en piernas y espalda en el caso de las mujeres.
- Las personas de piel clara tienen más riesgo de desarrollar estas lesiones por lo que el cuidado de la piel y la protección ante los rayos del sol debe ser máxima.
- En las personas de piel negra, el riesgo es más reducido y pueden aparecer melanomas bajo las uñas o en la planta del pie (donde la pigmentación es menor).
Melanoma y carcinoma. Diferencias
Un carcinoma es un tipo de cáncer de piel NO melanoma, también producido por los daños que durante años el sol ha producido en las capas externas de la piel.
Su crecimiento es lento y tiene menos capacidad de producir metástasis, por lo que es más fácil de tratar que el melanoma. Sin embargo, si no se hace nada, un carcinoma puede crecer y producir problemas importantes de difícil control quirúrgico.
El tipo de lesiones son muy similares a un melanoma, lunares que crecen, manchas, úlceras que no curan, rosadas, rojizas, inflamadas, descamativas, sangrantes o con relieves.
Recuerda que no sólo el sol de verano es dañino. Debes prevenir las quemaduras solares también en la nieve.
Consulta siempre a un dermatólogo si tienes alguna duda y revisa regularmente todos tus lunares para atajar a tiempo cualquier problema.
En AXA Health Keeper queremos que, además, te cuides con una alimentación adecuada y haciendo ejercicio.