Los recursos públicos se han desviado históricamente a las escuelas privadas de múltiples maneras. Desde exenciones fiscales hasta subvenciones, los legisladores han encontrado formas creativas de canalizar el dinero de los contribuyentes hacia las escuelas privadas. En los últimos años, la nación ha visto el aumento de los vales y los créditos fiscales, y más recientemente, las cuentas de ahorro para la educación. Estas políticas han afectado principalmente al Sur, aunque esto ha ido cambiando lentamente. El estado de Nueva York, por ejemplo, estaba considerando en 2015 una propuesta para promulgar becas de crédito fiscal.
Vales
Los vales permiten a las familias gastar el dinero de los contribuyentes en las escuelas de su elección, incluidas las privadas. Asignan a las familias el dinero que el distrito habría gastado en la educación de su hijo en forma de un vale, que puede utilizarse para pagar la matrícula y las tasas de los colegios privados.
Becas de crédito fiscal
Las becas de crédito fiscal conceden créditos fiscales, el equivalente a dinero en efectivo, a las empresas y los individuos que donan a organizaciones que ofrecen becas para colegios privados. El importe depende de la política específica, pero en algunos casos (por ejemplo, Florida, Alabama, Arizona) los donantes reciben el 100% del dinero que han donado (con límites) en forma de créditos fiscales.
Cuentas de ahorro para la educación
Las cuentas de ahorro para la educación son similares a los vales, ya que permiten a los padres acceder al dinero que se habría gastado en su hijo si estuviera en una escuela pública. Si un padre no matricula a su hijo en el sistema escolar público, el dinero de los contribuyentes se deposita en una cuenta autorizada por el gobierno, a la que la familia puede acceder para usos específicos, incluida la matrícula de un colegio privado.