«No acepte la fatiga regular como parte del envejecimiento». – Health.Harvard.edu
Si de vez en cuando se siente cansado, es normal, independientemente de su edad. Si incluso después de una buena noche de sueño, sigues teniendo falta de energía -y/o ese cansancio se ha prolongado durante un tiempo-, entonces el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento sugiere que puede ser el momento de echar un vistazo más de cerca a lo que está pasando.
También presta atención a otros signos de fatiga, que pueden incluir una falta de motivación al comenzar el día o una incapacidad para participar en actividades que disfrutas. Es posible que experimente una falta de aliento y/o que se sienta repentinamente agotado.
Las razones de la falta de energía en los adultos mayores suelen incluir una o más de las siguientes:
- enfermedad
- efectos secundarios de la medicación
- efectos secundarios de los tratamientos médicos
- ansiedad, depresión, pena o estrés
- sentir que no tiene control sobre su propia vida
- aburrimiento
Y si se siente cansado con demasiada frecuencia, también podría haber factores relacionados con el estilo de vida. Por ejemplo, ¿se queda despierto hasta muy tarde? ¿Es su hora de acostarse errática? Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es «sí», establezca y mantenga una hora de acostarse regular y controle lo que ocurre.
Limite su consumo de alcohol y sustituya la comida basura por alimentos nutritivos que le den energía. Puede tener sentido tomar una taza de café o té para darse un pequeño empujón pero, por otro lado, querrá limitar su consumo de cafeína, especialmente en la última parte del día.
Llevar un diario de la fatiga
Para ayudar a determinar qué está causando su fatiga, puede ser útil llevar un diario, anotando cuándo tiene más y menos energía. Si decide consultar a su médico sobre su fatiga, este diario puede ser bastante útil y probablemente le ofrecerá pistas sobre lo que debe investigar y/o recomendar.
Posibles afecciones médicas
Hay varias afecciones médicas que pueden contribuir a la fatiga, incluida la anemia. Con esta condición, su sangre tiene muy pocos glóbulos rojos – o esos glóbulos rojos tienen muy poca hemoglobina en ellos. En cualquier caso, el resultado es menos energía.
Otras posibles afecciones médicas que pueden causar falta de energía son las enfermedades cardíacas, los problemas de tiroides, la apnea del sueño y el síndrome de fatiga crónica, entre otras. En cada uno de estos casos, es importante obtener el diagnóstico correcto y trabajar con su equipo médico para los tratamientos. Cuando los tratamientos incluyan medicamentos, hable con su médico si parecen ser la causa de la fatiga. A veces, una medicación o una dosis diferente puede ser la respuesta.
Lucha contra la fatiga
Aquí hay dos estrategias que puede probar: En primer lugar, pruebe a dar un paseo de 30 minutos o a realizar una actividad física regular. Eso puede ser un verdadero refuerzo de energía. La otra estrategia es hacer una siesta al mediodía, quizás de 20 a 30 minutos. Evite las siestas más largas, ya que pueden dejarle aturdido, y no duerma la siesta demasiado tarde.
HopkinsMedicine.org ofrece más sugerencias para aumentar la energía, entre ellas:
- Consuma principalmente alimentos frescos y enteros (sin procesar).
- Mantenga la ingesta de productos animales con moderación, especialmente la carne roja.
- Pregunte a su médico sobre sus niveles de vitamina D. Si son bajos, pregunte si debe tomar un suplemento.
- Asegúrese de que recibe suficiente vitamina B12. Se encuentra en los productos animales, y las leches de soja y de almendra suelen estar enriquecidas con B12.
Las prácticas de vida consciente también pueden ayudar a combatir la fatiga. Estas prácticas incluyen la meditación y el yoga, entre otras opciones, y vivir el momento juega un papel clave en la mejora de la perspectiva de la vida y la calidad de vida en general. Asegúrese también de beber suficiente agua, especialmente después de realizar una actividad física.