El dolor de rodilla es asombrosamente común, siendo la segunda causa más común de dolor crónico en los 100 millones de americanos que sufren de dolor crónico cada año. El dolor de rodilla puede ser causado por una enfermedad o una lesión. Las personas que se preguntan cómo tratar el dolor de rodilla a menudo se ven envueltas en la marabunta de palabras técnicas y médicas que rodean su condición. La enfermedad más común que afecta a la rodilla es la artrosis. Las lesiones de rodilla pueden producirse como resultado de un golpe directo o de un movimiento repentino que fuerce la rodilla más allá de su rango de movimiento normal. El dolor de rodilla causado por una lesión se asocia con mayor frecuencia a las roturas del cartílago de la rodilla, como las roturas de menisco, o a las roturas de ligamentos, como las roturas del ligamento cruzado anterior.
¿Qué es el dolor de rodilla?
El dolor de rodilla puede estar causado por una enfermedad o por una lesión. El dolor de rodilla puede restringir el movimiento, afectar al control muscular de la pierna dolorida y reducir la fuerza y la resistencia de los músculos que sostienen la rodilla. La enfermedad más común que afecta a la rodilla es la osteoartritis, causada por el desgaste gradual del cartílago de la rodilla, que provoca dolor e hinchazón. Es una forma elegante de decir que duele mover la rodilla.
Las lesiones de rodilla pueden producirse como resultado de un golpe directo o de un movimiento repentino que fuerce la rodilla más allá de su rango de movimiento normal, como puede ocurrir en los deportes, las actividades recreativas, una caída o un accidente de tráfico. El dolor de rodilla causado por una lesión suele estar asociado a desgarros en el cartílago o los ligamentos de la rodilla. El dolor de rodilla también puede ser el resultado de una tensión repetida, como suele ocurrir con la rótula, también conocida como síndrome de dolor patelofemoral. En muy raras ocasiones, con un traumatismo extremo, puede romperse un hueso de la rodilla. Pero no se estrese – esto es poco común y si ya se está preguntando cómo tratar el dolor de rodilla, ¡probablemente ya esté encaminado hacia una resolución positiva!
¿Cómo se siente el dolor de rodilla?
Puede sentir dolor de rodilla en diferentes partes de la articulación de la rodilla, dependiendo del problema que le afecte. Identificar la ubicación o la posible causa de su dolor puede ayudar a su fisioterapeuta a determinar su causa.
¿Cómo se diagnostica el dolor de rodilla?
Su fisioterapeuta hará un diagnóstico basado en sus síntomas, su historial médico y un examen exhaustivo. Los resultados de las radiografías y las imágenes por resonancia magnética (IRM) también pueden utilizarse para completar el diagnóstico.
El fisioterapeuta realizará pruebas para averiguar si tiene:
– Dolor o molestias al doblar o enderezar la rodilla
– Sensibilidad en la articulación de la rodilla
– Movimiento limitado en la rodilla
– Debilidad en los músculos que rodean la rodilla
– Dificultad para poner el peso en la rodilla al ponerse de pie o caminar
El fisioterapeuta también se preocupa por lo bien que puede utilizar la rodilla lesionada en la vida diaria. Para evaluar esto, el fisioterapeuta puede utilizar pruebas como una prueba de salto con una sola extremidad, una prueba de caminata de 6 minutos o una prueba de levantarse y andar cronometrada.
¿Cómo puede ayudar un fisioterapeuta?
Basado en la evaluación, su fisioterapeuta desarrollará un programa de rehabilitación personalizado sobre cómo tratar el dolor de rodilla, incluyendo un conjunto específico de ejercicios de rodilla, para usted.
Si ya tiene problemas de rodilla, su fisioterapeuta puede ayudarle con un plan de ejercicios que fortalecerá su rodilla sin aumentar el riesgo de lesiones o daños adicionales. Como regla general, debe elegir ejercicios suaves como la natación, el ejercicio acuático o la caminata, en lugar de ejercicios que produzcan sacudidas como el footing o los ejercicios aeróbicos de alto impacto.
Consulte a su fisioterapeuta sobre las formas específicas de mantener la salud de su rodilla después de una lesión o cirugía. Su fisioterapeuta tiene la formación y la experiencia pertinentes para evaluar la salud de su rodilla y remitirle a otro profesional sanitario si es necesario.
En función de la gravedad de su problema de rodilla, su edad y su estilo de vida, el terapeuta puede seleccionar tratamientos como:
Entrenamiento de fuerza y ejercicios funcionales, que están diseñados para aumentar la fuerza, la resistencia y la función de los músculos de las piernas (cuádriceps e isquiotibiales). Esto, a su vez, ayuda a sostener la rodilla y a reducir la tensión en la articulación de la rodilla.
Estimulación eléctrica de la rodilla, que aumenta aún más la fuerza de los músculos de la pierna y puede ayudar a reducir el dolor de rodilla. Para aumentar la fuerza, se generan impulsos eléctricos mediante un dispositivo y se administran a través de electrodos para estimular el músculo principal que sostiene la rodilla, el cuádriceps femoral. Esto puede parecer aterrador a primera vista, pero en realidad es muy rápido e indoloro. Para reducir el dolor de la rodilla, los electrodos se colocan en la piel para estimular suavemente los nervios alrededor de la rodilla.
Su fisioterapeuta puede determinar hasta qué punto es necesario limitar la actividad física que implique a la rodilla afectada. También puede evaluar el progreso de la función de su rodilla durante la rehabilitación.
¿Cómo puede ayudar un fisioterapeuta antes & de la cirugía?
Su fisioterapeuta, en consulta con su cirujano, podrá indicarle cuánta actividad puede realizar en función del tipo de cirugía de rodilla (como el reemplazo total de rodilla) al que se someta. El fisioterapeuta y el cirujano también pueden pedirle que participe en la fisioterapia antes de la operación para aumentar su fuerza y movimiento. Esto a veces puede ayudar a la recuperación después de la cirugía.
Después de la cirugía, su fisioterapeuta diseñará un programa de rehabilitación personalizado para usted y le ayudará a ganar la fuerza, el movimiento y la resistencia que necesita para volver a realizar las actividades diarias que hacía antes.
¿Se puede prevenir el dolor de rodilla?
¡Sí! En la mayoría de los casos, el dolor de rodilla se puede prevenir. Lo ideal es que todas las personas realicen regularmente 3 tipos de ejercicio para prevenir lesiones en todas las partes del cuerpo, incluidas las rodillas:
- Ejercicios de amplitud de movimiento para ayudar a mantener el movimiento normal de las articulaciones y aliviar la rigidez.
- Ejercicios de fortalecimiento para mantener o aumentar la fuerza muscular.
- Ejercicios aeróbicos o de resistencia (como caminar o nadar) para mejorar la función del corazón y la circulación y para ayudar a controlar el peso. El control del peso puede ser importante para las personas que tienen artritis porque el peso adicional ejerce presión sobre muchas articulaciones, incluida la rodilla.
- Manténgase al día sobre cómo tratar el dolor de rodilla: siempre se publican nuevas investigaciones y con cada estudio aprendemos más sobre la prevención y el tratamiento.
Para mantener a raya el dolor de rodilla y otros dolores musculoesqueléticos, es importante mantener un estilo de vida saludable en general, hacer ejercicio, descansar adecuadamente y comer alimentos saludables. También es importante que los corredores y otros atletas realicen diariamente ejercicios de estiramiento y calentamiento aprobados por los fisioterapeutas, especialmente antes de comenzar la actividad física.
Si ya tiene dolor y no mejora con los tratamientos mencionados aquí, asegúrese de ponerse en contacto con uno de nuestros fisioterapeutas expertos para programar una evaluación.