Todo jardinero sabe que, por muy diligente que sea en el cuidado y mantenimiento de sus plantas y flores, las malas hierbas son una desafortunada certeza. Y cuando no se controlan, las insidiosas plantas pueden empezar a apoderarse de su jardín. Aunque eliminar las malas hierbas puede ser difícil y oportuno, es una forma necesaria de mantener sanas las plantas deseadas y darles suficiente espacio para que se extiendan. Ya que la temporada de jardinería ha llegado por fin, eche un vistazo a estas maneras de hacer que la eliminación de las malas hierbas sea más fácil y eficaz:
1. Revise el suelo
Aquí tiene un poco de información sobre la eliminación de las malas hierbas para los principiantes: Tienes que eliminar (o matar) toda la planta, incluidas las raíces, para evitar que vuelvan. Dicho esto, el momento más fácil para eliminar las malas hierbas es cuando las primeras capas del suelo están húmedas. Es mucho más difícil que las raíces se aferren a la tierra húmeda, por lo que es más fácil arrancar toda la planta de una sola vez. Sin embargo, ten cuidado de no estar arrancando o caminando sobre tu jardín cuando esté completamente húmedo – no quieres cambiar la estructura del suelo por completo.
2. Ten en cuenta tu técnica
Si estás usando tus manos para arrancar las malas hierbas, hay algunos trucos que pueden ayudarte a hacer el proceso un poco más fácil. En primer lugar, no olvides nunca tus guantes de jardinería, ya que suelen tener almohadillas de agarre en los dedos que facilitan el agarre de la planta. Eso sí, utiliza un par de guantes diferentes para desherbar que para plantar, para evitar esparcir semillas. En segundo lugar, asegúrate de agarrar la hierba por la parte superior de las raíces, en lugar de por las hojas. Tirar de las hojas es una forma segura de romper la planta por las raíces. Sujétese a las raíces y tire hacia arriba, retorciendo ligeramente la planta mientras la retira.
3. Utilice algunas herramientas
Las herramientas son una forma práctica de facilitar el proceso de eliminación de las malas hierbas, así que diríjase a su tienda de jardinería local y adquiera algunas. Una paleta o un cuchillo pueden ayudarte a romper la tierra que rodea a la mala hierba, pero ten cuidado de no cortar las raíces y dejar algunas. También puedes utilizar una azada o un escardador para facilitar aún más el proceso. Además, mantén un cubo a tu lado durante la eliminación de las malas hierbas: colocarlas en el cubo, en lugar de amontonarlas en el suelo, te ayudará a evitar la propagación de las semillas.
4. Mátalas de raíz
Cuando se trata de eliminar las malas hierbas, tienes dos opciones: Puedes arrancarlas tú mismo del jardín o puedes matarlas de raíz, asegurándote de que no vuelvan a crecer. Una forma de matar las malas hierbas es utilizando agua hirviendo. Vierte con cuidado el agua sobre la mala hierba, empapando completamente la planta y la tierra que la rodea. También puedes espolvorear sal en la parte inferior de cada planta de hierba. No matará la hierba de inmediato, pero se filtrará lentamente en el suelo con el tiempo.
5. La prevención es la clave
Cuando finalmente te deshagas por completo de tus malas hierbas, no olvides un último paso: la prevención. La prevención es la clave para que su futura eliminación de malas hierbas sea un proceso rápido y sencillo. La forma más fácil de prevenir futuras malas hierbas es colocar papel de periódico o tela de jardinería sobre el suelo y cubrirlo con una capa de mantillo. Recorta agujeros en la tela para las plantas que quieras mantener, de modo que el sol y el agua puedan llegar a ellas y penetrar en el suelo de abajo.