Efectos del alcohol en el cuerpo

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Beber demasiado -en una sola ocasión o a lo largo del tiempo- puede tener graves consecuencias para la salud. He aquí cómo el alcohol puede afectar a su cuerpo:

Cerebro:
El alcohol interfiere en las vías de comunicación del cerebro y puede afectar a su aspecto y funcionamiento. Estas alteraciones pueden cambiar el estado de ánimo y el comportamiento, y hacer más difícil pensar con claridad y moverse con coordinación.

Corazón:
Beber mucho durante mucho tiempo o demasiado en una sola ocasión puede dañar el corazón, causando problemas como:

  • Miopatía cardíaca – Estiramiento y caída del músculo cardíaco
  • Arritmias – Latidos irregulares del corazón
  • Infarto
  • Presión arterial alta

Hígado:
El consumo excesivo de alcohol pasa factura al hígado y puede provocar diversos problemas e inflamaciones hepáticas, como:

  • Esteatosis, o hígado graso
  • Hepatitis alcohólica
  • Fibrosis
  • Cirrosis

Páncreas:
El alcohol hace que el páncreas produzca sustancias tóxicas que pueden acabar provocando pancreatitis, una peligrosa inflamación e hinchazón de los vasos sanguíneos del páncreas que impide una correcta digestión.

Cancer:
Source: Instituto Nacional del Cáncer — ver https://www.cancer.gov/about-cancer/causes-prevention/risk/alcohol/alcohol-fact-sheet:

Basado en extensas revisiones de estudios de investigación, existe un fuerte consenso científico de una asociación entre el consumo de alcohol y varios tipos de cáncer. En su Informe sobre Carcinógenos, el Programa Nacional de Toxicología del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. incluye el consumo de bebidas alcohólicas como un carcinógeno humano conocido. Las pruebas de la investigación indican que cuanto más alcohol bebe una persona -en particular, cuanto más alcohol bebe una persona regularmente a lo largo del tiempo- mayor es su riesgo de desarrollar un cáncer asociado al alcohol. Según datos de 2009, se estima que el 3,5 por ciento de todas las muertes por cáncer en Estados Unidos (unas 19.500 muertes) estaban relacionadas con el alcohol.

Han surgido patrones claros entre el consumo de alcohol y el desarrollo de los siguientes tipos de cáncer:

  • Cáncer de cabeza y cuello: El consumo de alcohol es un factor de riesgo importante para determinados cánceres de cabeza y cuello, en particular los de la cavidad oral (excluyendo los labios), la faringe (garganta) y la laringe (caja de voz). Las personas que consumen 50 o más gramos de alcohol al día (aproximadamente 3,5 o más bebidas al día) tienen un riesgo al menos dos o tres veces mayor de desarrollar estos cánceres que los no bebedores. Además, los riesgos de estos cánceres son sustancialmente mayores entre las personas que consumen esta cantidad de alcohol y también consumen tabaco.

  • Cáncer de esófago: El consumo de alcohol es un factor de riesgo importante para un tipo particular de cáncer de esófago llamado carcinoma de células escamosas del esófago. Además, se ha descubierto que las personas que heredan una deficiencia en una enzima que metaboliza el alcohol tienen un riesgo sustancialmente mayor de padecer carcinoma de células escamosas de esófago relacionado con el alcohol.
  • Cáncer de hígado: El consumo de alcohol es un factor de riesgo independiente y una causa primaria de cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular). (La infección crónica por el virus de la hepatitis B y el virus de la hepatitis C son las otras causas principales de cáncer de hígado.)
  • Cáncer de mama: Más de 100 estudios epidemiológicos han analizado la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer de mama en las mujeres. Estos estudios han encontrado sistemáticamente un mayor riesgo de cáncer de mama asociado al aumento del consumo de alcohol. Un meta-análisis de 53 de estos estudios (que incluían un total de 58.000 mujeres con cáncer de mama) mostró que las mujeres que bebían más de 45 gramos de alcohol al día (aproximadamente tres copas) tenían 1,5 veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama que las no bebedoras (un riesgo modestamente mayor). El riesgo de cáncer de mama era mayor en todos los niveles de ingesta de alcohol: por cada 10 gramos de alcohol consumidos al día (algo menos de una copa), los investigadores observaron un pequeño (7 por ciento) aumento del riesgo de cáncer de mama.

    El Estudio del Millón de Mujeres en el Reino Unido (que incluyó a más de 28.000 mujeres con cáncer de mama) proporcionó una estimación más reciente, y ligeramente superior, del riesgo de cáncer de mama en niveles de consumo de alcohol de bajos a moderados: cada 10 gramos de alcohol consumidos al día se asoció con un aumento del 12 por ciento en el riesgo de cáncer de mama.

  • Cáncer colorrectal: El consumo de alcohol se asocia con un modesto aumento del riesgo de cánceres de colon y recto. Un metaanálisis de 57 estudios de cohortes y de casos y controles que examinaron la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer colorrectal mostró que las personas que bebían regularmente 50 o más gramos de alcohol al día (aproximadamente 3,5 bebidas) tenían 1,5 veces más riesgo de desarrollar cáncer colorrectal que los no bebedores o los bebedores ocasionales. Por cada 10 gramos de alcohol consumidos al día, se producía un pequeño (7 por ciento) aumento del riesgo de cáncer colorrectal.

Sistema inmunitario:
Beber demasiado puede debilitar el sistema inmunitario, lo que convierte al organismo en un objetivo mucho más fácil para las enfermedades. Los bebedores crónicos son más propensos a contraer enfermedades como la neumonía y la tuberculosis que las personas que no beben demasiado. Beber mucho en una sola ocasión ralentiza la capacidad del cuerpo para protegerse de las infecciones, incluso hasta 24 horas después de haberse emborrachado.

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