Gunner, una joven mezcla de pastor alemán, se metió en el etilenglicol una noche, pero sus propietarios reconocieron los signos clínicos a tiempo y lo llevaron a Purdue, donde se sometió a un único tratamiento de diálisis esa misma noche para limpiar su sangre de la toxina. Foto de la Universidad de Purdue. Descargar imagen WEST LAFAYETTE, Indiana – A medida que se acerca el frío, más personas sacan el anticongelante para evitar que se congele el radiador, pero el líquido de color brillante puede causar más daño que bien a las mascotas y a los niños.
El etilenglicol, o anticongelante, es un líquido de color brillante y sabor dulce que se encuentra en la mayoría de los garajes de EE.También es mortal para las mascotas y los seres humanos si se ingiere, dice la Dra. Sarah Steinbach, profesora adjunta de medicina interna de pequeños animales en el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Purdue.
«A medida que hace más y más frío, veremos más y más casos de envenenamiento por etilenglicol, por desgracia», dice. «Las mascotas que han ingerido el líquido pueden presentarse como si estuvieran intoxicadas porque el etilenglicol es un alcohol».
Steinbach dice que las mascotas pueden estar hiperactivas o letárgicas, con náuseas y tambaleándose después de ingerir el producto químico tóxico. Si los dueños notan estos signos o síntomas, la mascota debe ser llevada rápidamente al veterinario más cercano.
«El etilenglicol en sí mismo no es tóxico, pero cuando se metaboliza en el cuerpo, se vuelve severamente tóxico para los riñones», dice. «Provoca algunos de los daños renales más graves que vemos».
El envenenamiento por anticongelante se ve comúnmente en perros curiosos que entran en el líquido por accidente, pero también es tóxico para los gatos. Steinbach afirma que incluso un poco de etilenglicol lamido del pelaje de un gato puede ser suficiente para causarle daño.
«Pueden entrar en el garaje y meterse debajo del coche, donde el anticongelante puede estar goteando», dice. «Cuando se limpian, pueden ingerirlo y eso es suficiente».
Si se atiende a la mascota lo suficientemente pronto, puede salvarse. Los niveles tóxicos suelen alcanzar su máximo en las tres horas siguientes a la ingestión. La manifestación de la insuficiencia renal puede ser evidente sólo después de aproximadamente un día en los gatos, y 2-3 días en los perros. La intervención temprana es clave para salvar a estos animales, dice Steinbach.
La forma más eficaz de tratar la intoxicación por etilenglicol en perros y gatos es eliminar la toxina directamente del cuerpo de los animales con un procedimiento llamado hemodiálisis.
«Hace poco vimos a Gunner, una joven mezcla de pastor alemán. Curioso como era, se metió en el etilenglicol una noche. Por suerte, sus dueños reconocieron los signos clínicos con la suficiente antelación y lo trajeron a Purdue», dice.
Se sometió a un único tratamiento de diálisis esa misma noche para limpiar su sangre de la toxina. Al día siguiente por la tarde pudo irse a casa.
«Algunas líneas telefónicas de ayuda contra el envenenamiento, y también algunos veterinarios, pueden no pensar en la diálisis como una opción o no saben que está disponible, pero nosotros la tenemos aquí en Purdue», dice Steinbach.
Dice que si un propietario vive lejos de un hospital veterinario con capacidad de diálisis, se pueden tomar algunas medidas para ganar tiempo para el perro. El animal debe presentarse a un veterinario lo antes posible. Ciertos tratamientos pueden retrasar el metabolismo de la toxina y ganar tiempo hasta que el perro pueda ser llevado a un hospital con diálisis.
«El Hospital de Enseñanza Veterinaria de la Universidad de Purdue cuenta con un servicio de urgencias 24/7. Nuestros veterinarios de la sala de emergencias discutirán las mejores opciones provisionales con un veterinario de referencia hasta que la mascota pueda ser presentada aquí para su tratamiento», dice Steinbach.
Su mejor recomendación para evitar el envenenamiento por anticongelante es simplemente no tenerlo cerca.
«No lo tenga cerca a menos que sea absolutamente necesario» dice Steinbach. «Hace lo mismo a los humanos que a los perros. Es dulce. Es un color divertido. Los niños pueden sentirse atraídos por él e ingerirlo antes de que te des cuenta. Hay otras opciones de anticongelantes que no contienen etilenglicol. Si necesita utilizarlo o tenerlo cerca, asegúrese de que se almacena adecuadamente donde no tengan acceso a él ni las mascotas ni los niños».
Si quiere saber más sobre la hemodiálisis en las mascotas, visite la página web del Servicio de Hemodiálisis Veterinaria de la Universidad de Purdue www.vet.purdue.edu/hemodialysis.
Escritor: Megan Huckaby, 765-496-1325, [email protected]