El parto de espalda. Es más que un tema de conversación de la historia del nacimiento. Es real, y puede apestar.
Pero, hay cosas que puedes hacer para superarlo.
- ¿Qué es el parto de espalda?
- Distinguir el trabajo de parto de espalda del dolor de espalda
- parto de espalda Vs. dolor de espalda durante el embarazo:
- Cómo minimizar el dolor del parto de espalda
- Técnicas y recomendaciones para navegar por el parto de espalda:
- El dolor no tiene que ser igual al sufrimiento.
¿Qué es el parto de espalda?
El intenso dolor de espalda baja que algunas personas experimentan durante el parto se produce cuando la cabeza del bebé ejerce presión sobre la parte baja de la espalda. Más concretamente, cuando tu bebé está en posición occipital posterior, la parte posterior de su cabeza ejerce presión sobre tu columna vertebral durante e incluso entre las contracciones (lo sé, suena muy bien, ¿verdad?). En el mundo del parto, solemos llamar a los bebés en esta posición «sunny side up».
Ahora bien, antes de que se preocupe demasiado, es importante saber que si bien un bebé posterior puede provocar un parto más largo y doloroso en algunos casos- ¡no todos los partos se verán afectados! Todo depende de la posición del bebé.
Distinguir el trabajo de parto de espalda del dolor de espalda
La mayoría de las historias de nacimiento que escuchamos describen el trabajo de parto de espalda como el peor dolor. Sin embargo, para algunos, esta descripción puede conducir a una preocupación innecesaria de que estamos en un parto terrible si empezamos a sentir dolores de espalda normales debido al embarazo. Algunas cosas a tener en cuenta para distinguir el dolor de espalda normal del embarazo del parto de espalda
parto de espalda Vs. dolor de espalda durante el embarazo:
- Los picos de dolor con sus contracciones = trabajo de parto de espalda
- El trabajo de parto de espalda más a menudo fluye con las contracciones
- Sentir el dolor cuando usted está realmente en el trabajo de parto = trabajo de parto de espalda
- Esto puede parecer una obviedad, pero puede ser difícil de decir cuando usted está en el trabajo de parto temprano. Por suerte (¿desgraciadamente?) la mayoría de las mujeres estarán en la fase de trabajo de parto activo cuando éste realmente se desencadene.
- Otros pequeños dolores no asociados con el trabajo de parto o las contracciones = probablemente sólo un dolor de espalda normal
- El dolor en ausencia de signos positivos de trabajo de parto y las contracciones que no están aumentando en intensidad es probablemente un dolor normal del embarazo.
Cómo minimizar el dolor del parto de espalda
El parto de espalda no tiene por qué ser un gran temor.
En la mayoría de los casos, la mejor manera de minimizar y aliviar el dolor es mover al bebé. Los cambios de posición pueden animar al bebé a moverse antes de que se enganche a la pelvis.
- Posición de manos y rodillas – Esto ayudará a abrir la pelvis y permitir que el bebé en la posición óptima.
- Levantamiento y repliegue abdominal – Realizada con su pareja o con la ayuda de su doula y un rebozo, esta técnica se utiliza durante una contracción para ayudar al bebé a entrar en la pelvis creando un espacio para que el bebé meta la barbilla y gire la cabeza.
- Contrapresión – ¡La contrapresión puede cambiar el juego! Su pareja o su doula le proporcionarán contrapresión haciendo lo que a menudo se conoce como el doble apretón de cadera o proporcionando una presión constante con el talón de la mano en la parte baja de la espalda.
- Unidad TENS- Esta es una forma no farmacológica de manejar el dolor utilizando pulsos eléctricos suaves administrados a través de almohadillas colocadas en la espalda. Puede utilizarse o detenerse en cualquier momento del parto sin que tenga efectos duraderos.
- Terapia de calor- Un calcetín de arroz calentado o el agua caliente de una ducha en la parte baja de la espalda pueden ser una gran herramienta durante el parto.
- Muévase- Pruebe a ponerse en cuclillas o a sentarse en una pelota de parto, a ponerse de pie y a balancearse, a arrodillarse y a apoyarse en el respaldo de la cama del hospital o de la bañera de parto. Utilice la gravedad a su favor, abra la pelvis y manténgase en movimiento.
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El dolor no tiene que ser igual al sufrimiento.
Si uno de tus objetivos es limitar las intervenciones, ten por seguro que muchas mujeres experimentan un parto de espalda y tienen partos sin medicación. Pero, si experimenta un trabajo de parto de espalda y se da cuenta de que tiene dificultades, incluso si ha probado todas las técnicas de afrontamiento, una epidural puede ser una buena opción para usted.
En definitiva, es tu parto y el parto de espalda no es ninguna broma. No dudes en tomar las riendas y utilizar las herramientas que tienes a tu disposición para conseguir la experiencia de parto que deseas.