Toxicidad de la piretrina y los piretroides en gatos
La piretrina y los piretroides son insecticidas que suelen utilizarse para tratar las infestaciones por pulgas y garrapatas en los animales de compañía. Las piretrinas tienen una base natural y se derivan de la planta Chrysanthemum cinerariaefolium y de especies de plantas relacionadas con el piretro. Los piretroides, por su parte, son sintéticos, por lo que son más duraderos; entre ellos se encuentran la aletrina, la cipermetrina, la deltametrina, el fenvalerato, el fluvalinato, la permetrina, la fenotirina, la tetrametrina y el etofenprox.
Una reacción adversa a cualquiera de estas toxinas afectará al sistema nervioso del gato, prolongando de forma reversible la conductancia de sodio en los axones nerviosos, lo que da lugar a descargas nerviosas repetitivas. Estas reacciones se producen con más frecuencia en los gatos que en los perros debido a una mayor sensibilidad. También corren mayor riesgo los que son muy jóvenes, viejos, enfermos o debilitados. Además, estas reacciones pueden empeorar si el gato tiene hipotermia (baja temperatura).
La condición descrita en este artículo médico puede afectar tanto a perros como a gatos. Si quiere saber más sobre cómo afecta a los perros, consulte Intoxicación por medicamentos contra pulgas y garrapatas en perros.
Síntomas y tipos
Los gatos son especialmente sensibles a los piretroides. Cuando son tratados con productos concentrados que contienen permetrina etiquetados para su uso en perros, suelen desarrollar temblores musculares, incoordinación, convulsiones, hipertermia y muerte en cuestión de horas si no se trata la toxicidad. Los productos con fenotrina de aplicación puntual pueden dar lugar a signos clínicos similares pero menos graves. Muchos de estos productos se han suspendido debido a estas reacciones comunes. Otros síntomas se basan en el tipo de reacción que sufre el gato, como:
- Reacciones alérgicas — urticaria, congestión, picor, sensibilidad extrema, shock, dificultad respiratoria, muerte (muy rara)
- Reacciones idiosincrásicas — se asemejan a las reacciones tóxicas a dosis mucho más bajas
- Reacciones leves — salivación excesiva (hiper), sacudidas de las patas, sacudidas de las orejas, depresión leve, vómitos y diarrea
- Reacciones de moderadas a graves — vómitos y diarrea prolongados, depresión, incoordinación, temblores musculares (deben diferenciarse de las sacudidas de las patas y de las orejas)
Causas
Los gatos son más sensibles a estos insecticidas que los perros; tienen vías metabólicas menos eficientes, hábitos de acicalamiento extensos y pelos largos que pueden retener grandes cantidades de un producto aplicado tópicamente.
Los gatos con temperaturas corporales anormalmente bajas, como después del baño, la anestesia o la sedación, también están predispuestos a presentar signos clínicos de envenenamiento tóxico.
Diagnóstico
Su veterinario realizará un examen físico completo a su gato, teniendo en cuenta los antecedentes de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber precipitado esta condición.
Las preguntas pueden incluir: ¿Ha estado su gato expuesto a estas sustancias? ¿Cuánto y cuándo? Ha estado su gato cerca de otros animales que han sido tratados con ellas? ¿Cuándo se manifestaron los síntomas?
Puede ser difícil detectar estas formas de insecticidas en los tejidos o fluidos del gato. Por lo tanto, estas preguntas son la mejor manera de identificar una lista de posibles irritantes.
Tratamiento
Las reacciones adversas como la salivación, el movimiento de las patas y las sacudidas de las orejas suelen ser leves y autolimitadas. Si su gato se ha saturado de productos en spray, séquelo con una toalla caliente y un cepillo. Si los síntomas leves continúan, bañe a su gato utilizando un detergente suave para lavar a mano.
Si los síntomas continúan y progresan a temblores e incoordinación, su gato requerirá atención inmediata y hospitalización. Los gatos que están gravemente afectados necesitarán ser estabilizados, incluyendo soporte de fluidos, control de las convulsiones y mantenimiento de una temperatura corporal normal. Una vez que su gato esté estable, es fundamental un baño con detergente líquido para lavar a mano y agua caliente.
Su veterinario también puede recetar medicamentos para disminuir la gravedad de los síntomas y ayudar a desintoxicar el cuerpo del gato.
Vida y manejo
La hipersalivación puede reaparecer durante varios días después de utilizar un producto antipulgas en un animal. Esto es especialmente cierto en el caso de los gatos, ya que se acicalan todo el cuerpo utilizando la boca y las patas. La mayoría de los signos clínicos, de leves a graves, se resuelven en un plazo de 24 a 72 horas.
Prevención
Es importante que no aplique productos sólo para perros en los gatos. La aplicación correcta de los productos antipulgas reduce en gran medida la incidencia de reacciones adversas; por lo tanto, siga estrictamente todas las instrucciones indicadas en los productos antipulgas que utilice.
La dosis correcta para la mayoría de los sprays es de una o dos bombeos de un pulverizador de gatillo típico por cada libra de peso corporal; los gatos que son sensibles a los sprays deben recibir una dosis aún menor. Pulverice la piretrina o el piretroide en un cepillo de aseo y cepille uniformemente el pelo. Tenga cuidado de no rociar accidentalmente el producto en la boca del gato.
Si utiliza estos productos en forma líquida, comúnmente llamados dips, nunca sumerja a su mascota en el líquido. En su lugar, vierta el líquido sobre el cuerpo, utilizando una esponja para cubrir las zonas secas.
Con los productos para el hogar y el césped, no los aplique de forma tópica (sobre la piel). Después de tratar la casa o el jardín, no permita que su gato entre en la zona «tratada» hasta que el producto se haya secado y se haya ventilado el entorno.
Debido a que los gatos se acicalan con frecuencia unos a otros, si está tratando a más de un animal, mantenga a los animales separados hasta que el producto se haya secado por completo, para evitar la ingestión accidental a través del acicalamiento.