Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC)

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La LEOC para tratar la litiasis renal

La litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), introducida a principios de los años 80, transformó el tratamiento de los pacientes con litiasis renal. Los pacientes que antes necesitaban una intervención quirúrgica importante para eliminar sus cálculos podían ser tratados con la LEOC, sin necesidad de realizar ninguna incisión. Por ello, la LEOC es el único tratamiento no invasivo de los cálculos renales, que no requiere ninguna incisión ni dispositivo telescópico interno.
La LEOC consiste en aplicar una serie de ondas de choque al cálculo en cuestión. Las ondas de choque, generadas por una máquina llamada litotriptor, se enfocan mediante rayos X hacia el cálculo renal. Las ondas de choque viajan por el cuerpo, a través de la piel y los tejidos, hasta llegar al cálculo, donde lo rompen en pequeños fragmentos. Durante varias semanas después del tratamiento, esos pequeños fragmentos de cálculos se eliminan del cuerpo a través de la orina.
En las más de dos décadas transcurridas desde que la LEOC se puso en práctica por primera vez en Estados Unidos, hemos aprendido mucho sobre cómo responden los distintos pacientes a este tratamiento. Ahora podemos reconocer a los pacientes que tienen menos probabilidades de obtener un resultado satisfactorio con la LEOC, y podemos prever a otros pacientes que tienen más probabilidades de eliminar sus cálculos. Hemos investigado técnicas para hacer que la litotricia sea más segura y eficaz, junto con la tecnología más avanzada para que sea una opción de tratamiento eficaz para los cálculos renales.

Ventajas de la LEOC

La principal ventaja de la LEOC es que no es en absoluto invasiva.

¿Quién debe ser tratado con LEOC?

La LEOC es muy adecuada para los pacientes con cálculos renales pequeños que pueden verse fácilmente con rayos X.

La LEOC NO es un tratamiento especialmente bueno para:

  • Pacientes embarazadas
  • Pacientes que toman anticoagulantes o pacientes con trastornos hemorrágicos. La aspirina u otros anticoagulantes deben suspenderse durante al menos 1 semana antes de la ESWL
  • Pacientes con infección renal crónica, ya que algunos fragmentos pueden no pasar, por lo que las bacterias no se eliminarán completamente del riñón
  • Pacientes con obstrucción o tejido cicatricial en el uréter, que puede impedir el paso de los fragmentos del cálculo
  • Pacientes con aneurisma aórtico abdominal (AAA)
  • Pacientes que requieren la eliminación inmediata y/o completa del material del cálculo
  • Pacientes con cálculos compuestos de cistina y ciertos tipos de calcio, ya que estos cálculos no se fragmentan bien con la LEOC

Procedimiento:

Debido a que la LEOC es una terapia completamente no invasiva, la mayoría de los tratamientos de LEOC se realizan de forma ambulatoria.
Aunque el uso de anestesia depende de la preferencia del paciente y del médico, los datos recientes sugieren que los resultados de la LEOC pueden mejorar con la administración de un anestésico, que suele consistir en sedación o «crepúsculo».
Cuando el paciente ha sido anestesiado adecuadamente, se utiliza una máquina de rayos X computarizada para localizar el cálculo dentro del riñón. Se administra una serie de ondas de choque (de varios cientos a veinticinco cientos) a la piedra. Nuestros protocolos de tratamiento incorporan los últimos descubrimientos de la investigación que sugieren que los ajustes tanto de la potencia de las ondas de choque como de la velocidad a la que se administran las ondas de choque pueden afectar al resultado del tratamiento. Nuestro objetivo al realizar la LEOC es maximizar la rotura del cálculo renal del paciente y minimizar las lesiones que las ondas de choque pueden causar al riñón y a los órganos circundantes. Normalmente, un procedimiento de LEOC dura aproximadamente 30 minutos.

Curso postoperatorio:

La mayoría de los pacientes experimentan cierto grado de malestar durante uno o dos días después de la LEOC. El dolor suele describirse como un dolor sordo sobre el riñón, y suele ser peor la noche siguiente a la operación. El dolor disminuye en los días siguientes. Es normal ver sangre en la orina durante varias semanas después de la cirugía.

Eventos adversos:

Un nuevo dolor o un dolor que empeora en lugar de mejorar puede indicar que hay una hemorragia alrededor del riñón como resultado de la LEOC o que los fragmentos de cálculos renales han caído en el uréter y están bloqueando el drenaje de la orina desde el riñón.
Grandes cantidades de sangre o coágulos de sangre en la orina, lo que puede indicar que el riñón se ha lesionado con el tratamiento de ESWL.
Fiebre, lo que puede indicar que hay una infección renal grave.

¿Cómo sé si la ESWL ha tenido éxito?

Varias semanas después del tratamiento de ESWL, realizaremos una radiografía de seguimiento, para determinar si el cálculo se ha roto en pequeños trozos, y si esos pequeños fragmentos han salido del riñón. Si el cálculo se ha roto en pequeños fragmentos, pero los fragmentos no han salido, la radiografía puede repetirse en unas semanas. Si el cálculo no se ha dividido en pequeños fragmentos, es probable que se recomiende un tratamiento adicional. En la mayoría de los casos, si el cálculo no se rompe después de un tratamiento de ESWL, es poco probable que tengan éxito más tratamientos de ESWL. En esta situación, pueden recomendarse otros tratamientos, como la ureteroscopia o la nefrolitiasis percutánea.

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