Un módulo de control de la carrocería (BCM) es un componente informático de un automóvil que comprueba, regula y hace funcionar los dispositivos electrónicos de todo el coche. Normalmente, en un coche, el BCM controla los elevalunas eléctricos, los espejos eléctricos, el aire acondicionado, el sistema inmovilizador, el cierre centralizado, etc. El BCM se comunica con otros ordenadores de a bordo a través del bus del vehículo, y su principal aplicación es el control de los controladores de carga, es decir, el accionamiento de los relés que, a su vez, realizan acciones en el vehículo, como el cierre de las puertas o la atenuación de la luz del techo del salón.
Cuando se empezaron a utilizar dispositivos eléctricos en coches y camiones, cada dispositivo estaba gobernado por un componente eléctrico independiente. Había un módulo para el aire acondicionado, un módulo para la iluminación interior, un módulo para las cerraduras de las puertas, etc. Un módulo de control de la carrocería reúne todos estos módulos separados en un solo sistema para que funcionen juntos en lugar de por separado, un formato más fácil tanto de fabricar como de solucionar problemas. Como el módulo de control de la carrocería controla varias cosas, cuando falla, varias cosas no funcionan o no funcionan correctamente.