El manatí de las Indias Occidentales, como todas las vacas marinas, es herbívoro. Se alimenta principalmente de pastos marinos y, por lo tanto, pasa la mayor parte de su tiempo en los lechos de pastos marinos. Como en la mayoría de los herbívoros, el cerebro de este manatí es muy pequeño en comparación con el tamaño de su cuerpo, probablemente porque no tiene que desarrollar complejas estrategias de caza para capturar presas. Utiliza sus gruesos y muy maniobrables labios para arrancar la hierba marina de los sedimentos blandos en los que crece.
Al igual que todos los mamíferos, los manatíes antillanos se reproducen por fecundación interna y dan a luz a grandes crías, a las que amamantan. Una pareja madre-cría puede permanecer junta hasta dos años antes de que la cría desarrolle cierta independencia. Los manatíes antillanos adultos no tienen depredadores naturales, pero los jóvenes pueden ser devorados por grandes tiburones costeros.
Los manatíes antillanos prefieren las aguas cálidas y realizan largas migraciones anuales entre zonas cálidas de invierno y zonas productivas de verano. Las zonas de hibernación incluyen algunos manantiales cálidos, mares costeros en los trópicos y zonas cálidas artificiales causadas por centrales eléctricas costeras.
Hay dos subespecies reconocidas de manatíes antillanos: el manatí de Florida (Trichechus manatus latirostris) y el manatí antillano (Trichechus manatus manatus). Las otras dos especies distintas de manatíes se encuentran en Brasil y en África.
El manatí antillano goza de cierta o total protección legal en la mayor parte de su área de distribución, pero sigue siendo cazado en algunos lugares y está amenazado por la destrucción de su hábitat, la colisión con barcos y la captura accidental en pesquerías dirigidas a otras especies en la mayor parte de su área de distribución. Las colisiones con embarcaciones son probablemente la amenaza más importante para esta especie, ya que son comunes en las zonas de embarcaciones de recreo y son lentos y malos nadadores. Las poblaciones están agotadas en algunos lugares y extinguidas a nivel regional en otros, y los científicos creen que el manatí antillano es vulnerable a la extinción. Sin una gestión cuidadosa de las actividades humanas que amenazan a esta especie, podría desaparecer de más lugares.
Datos curiosos sobre los manatíes antillanos
1. Los manatíes antillanos pesan hasta 544 kg y alcanzan unos 3 m de longitud.1
2. Los manatíes antillanos comen hasta el 15 por ciento de su peso corporal cada día en hierba marina y vegetación. Eso puede suponer hasta 150 libras de comida al día.
3. Los manatíes antillanos emigran a aguas más cálidas en invierno porque la exposición a temperaturas inferiores a 68 grados Fahrenheit puede ser mortal.
4. Los manatíes antillanos se adentran ocasionalmente en ríos y manantiales de agua dulce.
5. Los manatíes antillanos pasan de 10 a 12 horas al día durmiendo.
6. Los manatíes antillanos pueden aguantar la respiración hasta 20 minutos bajo el agua, pero suelen salir a la superficie cada pocos minutos para tomar aire.
7. Los manatíes antillanos nadan a una velocidad media de 3 a 5 millas por hora (4.8-8 km por hora).2
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