¿Quién es candidata a una prueba de Papanicolaou?
Su ginecólogo o médico de familia le explicará cuándo debe empezar a hacerse pruebas de Papanicolaou regularmente y con qué frecuencia debe hacérselas. Si no es sexualmente activa, debe empezar a los 21 años y hacerse una cada tres años. Si es seropositiva o tiene el sistema inmunitario debilitado, es posible que deba empezar antes y hacerse una con más frecuencia.
Las pacientes mayores de 30 años que hayan tenido tres citologías normales, pueden hacerse una cada cinco años si la prueba se realiza junto con un cribado del papovirus humano (VPH). Los tipos 16 y 18 del VPH son los principales causantes del cáncer de cuello uterino.
Si tiene más de 65 años y no ha tenido ningún resultado anormal en la prueba, puede dejar de hacerse la citología vaginal.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la citología vaginal?
La citología vaginal es un procedimiento generalmente seguro. Es posible que experimente una leve molestia durante el procedimiento, pero ésta desaparecerá poco después de retirar los instrumentos de la vagina.
Otros efectos secundarios pueden ser:
- Calambres
- Sangrado vaginal
¿Qué se puede esperar durante una citología vaginal?
El médico le indicará que se acueste boca arriba con las piernas abiertas y los pies en los estribos. Una vez en posición, el médico introducirá un espéculo en la vagina. El espéculo mantiene abiertas las paredes de la vagina para que el médico pueda ver y acceder al cuello uterino. A continuación, el médico tomará una muestra de las células del cuello uterino. Es posible que experimente una leve irritación durante el raspado.
Una vez que su médico tenga la muestra, retirará los instrumentos, conservará su muestra y la enviará a un laboratorio para su examen.
Recuperación de una prueba de Papanicolaou
Una prueba de Papanicolaou se realiza en una visita a la clínica. Se irá a casa después de la prueba y volverá a su nivel de actividad normal. Si experimenta un sangrado anormal después de la citología, llame a su médico.