Es emocionante ver a tu hijo señalar un camión de bomberos y decir ¡wid! (también conocido como rojo), o sostener una pieza de puzzle y tratar de articular la palabra «triángulo». Pero aprender los colores y las formas no es sólo emocionante (y adorable); es una base para varias cosas importantes que están por venir.
Destacados:
- Aprender los colores y las formas ayuda a tu pequeño:
- Comprender conceptos matemáticos y geométricos como forma, tamaño, espacio y posición.
- Aprender a ordenar y categorizar, que son esenciales para la resolución de problemas.
- Aprender las letras y los números, porque están hechos de formas
- Utilizar vocabulario descriptivo (veo una flor amarilla).
- Utilizar la discriminación visual para asociar formas y colores con objetos familiares.
Cómo el aprendizaje de colores y formas sienta las bases para otras habilidades
Aprender colores y formas ayuda a su pequeño:
Aprender matemáticas. Cuando tu pequeño juega a encajar objetos, construye con bloques y trabaja en puzles, está dando sus primeras lecciones de geometría. Estas y otras actividades con formas le enseñan conceptos geométricos como la forma, el tamaño, el espacio y la posición. Este aprendizaje prepara a tu pequeño para la escuela, donde trabajará en tareas geométricas cada vez más sofisticadas. En Estados Unidos, los estándares nacionales de educación para el jardín de infancia incluyen habilidades geométricas como identificar, describir, analizar, comparar, crear y componer formas.
El aprendizaje de las formas también se presta al conteo temprano, ya que los pequeños descubren que los triángulos tienen tres lados, los cuadrados tienen cuatro, y así sucesivamente.
Ordenar y categorizar. Aprender las formas y los colores enseña a los niños a pensar en los atributos de los objetos y a hacer observaciones sobre las similitudes y las diferencias. Esta es una forma de matemáticas tempranas, y también ayuda a desarrollar el pensamiento lógico que necesitarán para la resolución de problemas, la clase de ciencias e incluso (eventualmente) para clasificar la ropa sucia o guardar los alimentos en la cocina.
Aprender las letras y los números. ¿Qué ves cuando miras las letras A, O o W? ¿O los números 0, 3 o 7? Eso es, formas. Cuando tu hijo aprende sobre círculos, triángulos y cuadrados, se prepara para reconocer letras y números en un futuro (no tan lejano). Y cuando aprende a dibujar formas, se prepara para escribirlas. Además, los juegos de formas que implican patrones ayudan a desarrollar las habilidades de prelectura.
Utiliza vocabulario descriptivo. Las formas y los colores se convierten rápidamente en pilares de la caja de herramientas lingüísticas de tu hijo, permitiéndole expresar lo que ve (veo una flor amarilla), lo que quiere (quiero la galleta cuadrada) y las ideas que tiene (puedo poner el bloque triangular encima del cuadrado). Las habilidades lingüísticas receptivas, como seguir instrucciones, también se basan a menudo en este vocabulario (por favor, pásame el lápiz verde).
Usa la discriminación visual. El mundo está formado por formas y colores. Una vez que su hijo empiece a asociarlos con objetos conocidos, le ayudará a escudriñar eficazmente su entorno filtrando la información innecesaria. Si está buscando un plátano en una cesta de frutas de juguete, por ejemplo, puede encontrarlo rápidamente ignorando todo lo que no sea amarillo.
Ahora que está al tanto de los muchos méritos de este aprendizaje clásico, es posible que sienta un nuevo aprecio por el clasificador de formas o por releer por cuarta vez Oso pardo, Oso pardo, ¿qué ves?