Psicología de la mordida
No – todos son asesinos en serie como los pintan en las películas.
Cuando la gente es «difícil» de tratar, es fácil lanzar etiquetas como psicópata o narcisista; mucha gente utiliza estos términos indistintamente, pero cada uno es un trastorno psicológico distinto.
Aquí hay una diferencia clave para recordar de inmediato:
Todos los psicópatas son narcisistas pero no todos los narcisistas son psicópatas.
El narcisismo existe en un continuo, pero alguien con NPD es grandioso, carece de empatía y necesita la admiración de los demás.
El narcisismo es un trastorno de la autoestima. Son profundamente inseguros por lo que quieren que todos a su alrededor se sientan inseguros. Su defensa es arrastrar a todos hacia abajo para poder sentirse superiores.
Cuando los narcisistas hacen algo malo, sienten cierto grado de vergüenza y culpa.
Su vergüenza es más bien una emoción pública centrada en el juicio de los demás, en lugar de arrepentirse de sus malas acciones.
Un psicópata, por otro lado, no siente remordimientos cuando hace algo malo; simplemente no le importa quién salga herido.
Un psicópata es alguien que tiende a ser calculador, astuto, manipulador, explotador, carece de empatía y no piensa ni se preocupa por las consecuencias de sus acciones.
Los psicópatas tienen fachadas extremadamente encantadoras que utilizan para manipular a aquellos con los que interactúan.
Como regla general, el encanto superficial es una buena bandera roja para tener en cuenta.
¡El príncipe encantador es probablemente un príncipe psicópata!
Psicópata vs. Sociópata
Hay muchas coincidencias entre un Psicópata y un Sociópata y ambos caen bajo el diagnóstico de Trastorno Antisocial de la Personalidad.
La diferencia clave, sin embargo, es que los psicópatas nacen y los sociópatas se hacen.
Un sociópata podría ser un niño que crece en un mal barrio y aprende la criminalidad como una forma de salir adelante. Puede que no se sientan necesariamente cómodos con ello -como lo haría el psicópata-, pero si vives en condiciones de anarquía el tiempo suficiente, empiezas a adaptarte a ese nuevo orden mundial.
Un psicópata tiene una falta absoluta de empatía. Cualquier forma de relación que tienen es puramente para fines de explotación; Ya sea financiera o sexual o con otros objetivos en mente. Un sociópata, por otro lado, puede llegar a formar algunas conexiones cercanas, pero sigue siendo muy frío y distante.
Los sociópatas son más reactivos e impulsivos.
Los psicópatas son más calculadores y sofisticados.
La investigación en el Trastorno Antisocial de la Personalidad muestra que los psicópatas en realidad tienen un sistema nervioso autónomo diferente.
Cuando tenemos miedo, nuestro corazón empieza a acelerarse, sudamos, nuestros ojos se abren de par en par; Tenemos las respuestas de lucha o huida.
Un psicópata no tiene la misma excitación.
Simplemente tienen una función cerebral diferente. No sabemos exactamente qué parte es genética y qué parte está influenciada por el entorno o la educación, pero el componente genético que colisiona con una infancia negligente o abusiva puede llevar a la persona a desarrollar un trastorno de la personalidad antisocial (ASPD).
Como humanos tendemos a evitar las cosas que nos producen ansiedad; los psicópatas no se ponen ansiosos, así que simplemente hacen lo que desean.
De hecho, probablemente buscan sentir esa excitación que el resto de nosotros sentimos, por lo que tienden a ir hacia deportes o actividades peligrosas para obtener una sensación de esa emoción.
Algunas investigaciones también sugieren que los Sociópatas y los Psicópatas tienen grados de empatía, pero con una capacidad innata para apagarla a voluntad.
Para concluir –
Entender las diferencias entre estos trastornos puede ayudar a diferenciarlos cuando nos encontremos con ellos, pero al final, el patrón es mucho más valioso que la etiqueta.
Dada su composición psicológica, es poco probable que alguien diagnosticado con un trastorno narcisista de la personalidad o con un trastorno antisocial de la personalidad piense que necesita o busca ayuda alguna vez.
Si sospecha que está tratando con alguien que puede tener cualquiera de los dos trastornos, asegúrese de buscar terapia y de velar por sus propios intereses.