He oído que se puede contraer cáncer por la radiación que supone someterse a la depilación láser. ¿Es esto cierto o sólo un mito?»
No se han estudiado los efectos a largo plazo de la terapia láser, incluida la posibilidad de un mayor riesgo de cáncer. Algunos investigadores han observado cambios en lunares atípicos (nevos displásicos) tras la depilación láser. Por lo tanto, sugieren precaución en el uso de la terapia láser cosmética en personas con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel o lunares atípicos, hasta que nuevas investigaciones determinen si estos cambios pueden ser malignos o no.
La terapia láser utiliza una radiación no ionizante en forma de una fuente de luz concentrada que produce un rayo láser muy fino. En el caso de la depilación láser, el rayo láser se utiliza para matar los folículos pilosos (células de las que crece el pelo), lo que provoca la pérdida del crecimiento del pelo de esos folículos. La terapia láser no utiliza las mismas longitudes de onda ultravioleta (UV) que se encuentran en la luz solar (es decir, UVA y UVB), que se sabe que dañan el ADN de las células y causan cáncer de piel.
Las radiaciones no ionizantes también son diferentes de las radiaciones ionizantes (por ejemplo, la radiación nuclear, los rayos X), que también se sabe que causan cáncer. Además de la depilación, la terapia láser se utiliza para: otros procedimientos cosméticos (por ejemplo, la eliminación de tatuajes) y dentales; para tratar las venas varicosas; para la cirugía de próstata, de la piel y de los ojos; y para eliminar los cálculos renales. También se utiliza ampliamente para tratar el cáncer, incluido el de piel.