La respuesta rápida: No es recomendable. Si un perro come este cítrico ácido, especialmente la cáscara o el material vegetal, puede sufrir un malestar estomacal o atragantarse.
Las limas están repletas de vitamina C, que es un potente antioxidante que puede ayudar a reforzar el sistema inmunitario, aumentar la absorción de hierro y favorecer una piel sana. Además, se dice que el zumo de lima tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Las limas son una fruta muy versátil y se utilizan casi todas las partes de una lima, incluyendo la fruta, el zumo, la piel y la cáscara.
Aunque estos beneficios son aplicables a los humanos, no ocurre lo mismo con nuestras mascotas. Al alimentar a su perro con un alimento completo y equilibrado, éste obtendrá todos los nutrientes que necesita y no necesitará depender de las frutas y verduras añadidas para obtener sus nutrientes. Sin embargo, muchos perros disfrutan comiendo frutas y verduras seguras, así que si quiere compartirlas con su perro, opte por algo que le resulte más apetecible, como manzanas, zanahorias o naranjas.
Peligros
Comer grandes cantidades de limas puede causar graves problemas a su perro, especialmente la cáscara, que contiene aceites esenciales. Junto con el malestar digestivo, los vómitos y la diarrea, el consumo de grandes cantidades de aceites esenciales a través de las cáscaras de lima puede provocar una intoxicación. Los síntomas incluyen letargo, sensibilidad a la luz, presión arterial baja, pérdida de coordinación e insuficiencia hepática. Busque atención veterinaria inmediata si sospecha que su perro ha ingerido cáscaras de lima o grandes cantidades de la fruta.
Además de la toxicidad, las cáscaras y semillas de lima suponen un peligro de asfixia, así como la amenaza de una obstrucción interna. Aunque la mayoría de los perros no buscan limas debido a su sabor ácido, es mejor mantener las limas y sus restos fuera del alcance de los perros curiosos.
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