Su proveedor le dirá qué ejercicio es el mejor para usted. Hable con su proveedor antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios. También pregunte si está bien antes de realizar una actividad más dura.
La actividad aeróbica utiliza su corazón y sus pulmones durante un largo período de tiempo. También ayuda a su corazón a utilizar mejor el oxígeno y mejora el flujo sanguíneo. Debe hacer que su corazón trabaje un poco más, pero no demasiado.
Comience lentamente. Elija una actividad aeróbica como caminar, nadar, correr ligeramente o montar en bicicleta. Hágalo al menos 3 ó 4 veces por semana.
Haga siempre 5 minutos de estiramientos o movimientos para calentar los músculos y el corazón antes de hacer ejercicio. Deje tiempo para enfriarse después del ejercicio. Haga la misma actividad pero a un ritmo más lento.
Tome períodos de descanso antes de cansarse demasiado. Si se siente cansado o tiene algún síntoma cardíaco, deténgase. Lleve ropa cómoda para el ejercicio que está realizando.
Durante el tiempo caluroso, haga ejercicio por la mañana o por la noche. Tenga cuidado de no llevar demasiadas capas de ropa. También puede ir a un centro comercial interior para caminar.
Cuando haga frío, cúbrase la nariz y la boca cuando haga ejercicio al aire libre. Vaya a un centro comercial cubierto si hace demasiado frío o nieva demasiado para hacer ejercicio al aire libre. Pregunte a su médico si puede hacer ejercicio cuando la temperatura es inferior al punto de congelación.
El entrenamiento de resistencia con pesas puede mejorar su fuerza y ayudar a que sus músculos trabajen juntos mejor. Esto puede facilitar la realización de las actividades diarias. Estos ejercicios son buenos para usted. Pero tenga en cuenta que no ayudan a su corazón como lo hace el ejercicio aeróbico.
Consulte primero con su proveedor su rutina de entrenamiento con pesas. Vaya con cuidado y no se esfuerce demasiado. Es mejor hacer series de ejercicio más ligeras cuando se tiene una enfermedad cardíaca que hacer un esfuerzo excesivo.
Es posible que necesite el asesoramiento de un fisioterapeuta o entrenador. Ellos pueden mostrarle cómo hacer los ejercicios de forma correcta. Asegúrese de respirar de forma constante y de alternar el trabajo de la parte superior e inferior del cuerpo. Descanse a menudo.
Es posible que pueda optar a un programa formal de rehabilitación cardíaca. Pregunte a su proveedor si puede tener una referencia.