Los consumidores a veces preguntan sobre el uso de afirmaciones como «Cruelty-Free» o «Not Tested on Animals» en el etiquetado de los cosméticos.
Algunas empresas de cosméticos promocionan sus productos con afirmaciones de este tipo en su etiquetado o publicidad. El uso sin restricciones de estas frases por parte de las empresas de cosméticos es posible porque no existen definiciones legales para estos términos.
Algunas empresas pueden aplicar estas declaraciones únicamente a sus productos cosméticos acabados. Sin embargo, estas empresas pueden confiar en los proveedores de materias primas o en los laboratorios contratados para llevar a cabo las pruebas en animales necesarias para corroborar la seguridad del producto o de los ingredientes. Otras empresas de cosméticos pueden basarse en combinaciones de literatura científica, pruebas sin animales, pruebas de seguridad de las materias primas o pruebas controladas de uso humano para justificar la seguridad de sus productos.
Muchas materias primas, utilizadas en cosméticos, fueron probadas en animales hace años cuando se introdujeron por primera vez. Un fabricante de cosméticos podría utilizar únicamente esas materias primas y basar sus afirmaciones de «ausencia de crueldad» en el hecho de que los materiales o productos no están «actualmente» probados en animales.