Si tienes las uñas débiles, quebradizas o descamadas, te alegrará saber que hay varios remedios naturales que puedes hacer en casa utilizando ingredientes que probablemente ya tengas en tu armario de la cocina.
Aprovechar el poder de los nutrientes que se encuentran en los alimentos y aceites naturales significa también prescindir de los productos químicos y conservantes innecesarios que a menudo se añaden a los remedios y tratamientos comerciales para las uñas.
Contenido recogido a mano: Los mejores consejos para combatir las uñas quebradizas
Jugo de limón
El jugo de limón podría ayudar a dar brillo a las uñas y a eliminar las manchas, y la vitamina C promueve un crecimiento más fuerte. Con un algodón, pasa el zumo de limón por cada uña y déjalo secar. También puedes utilizar una rodaja de limón directamente sobre la uña. Hazlo dos veces a la semana, siguiendo con una rica crema hidratante.
También puedes añadir unas gotas de zumo de limón a 2 cucharadas de aceite de oliva y meterlo en el microondas en una taza durante 15 segundos hasta que esté caliente para crear una mascarilla para las uñas que puedes masajear y dejar durante 30 minutos o, si puedes, durante toda la noche para obtener los máximos beneficios.
El aceite de coco es muy hidratante y puede ayudar a fortalecer las uñas y suavizar las cutículas. Además, tiene propiedades antifúngicas, lo que es una gran noticia si eres propensa a las infecciones de las uñas.
Para un tratamiento nutritivo, calienta el aceite de coco durante 20 segundos en el microondas y masajea las cutículas antes de acostarte. Para sellar el tratamiento, ponte un par de guantes finos de algodón durante la noche.
El vinagre de sidra de manzana
También tiene tratamiento antifúngico1, por lo que es una prueba imprescindible si sufres infecciones por hongos en las uñas, que si no se tratan pueden hacer que pierdas las uñas infectadas.
El vinagre de sidra de manzana es ácido, lo que actúa neutralizando el entorno alcalino que favorece el crecimiento de los hongos. Se aconseja un remojo de vinagre de sidra de manzana dos veces al día. Llene un baño de pies o un recipiente grande con partes iguales de vinagre de sidra de manzana y agua caliente. Remoje los pies durante al menos 20 minutos, antes de secarlos con una toalla limpia.
Aceite de ajo
El ajo es rico en selenio, que ayuda a promover el crecimiento de las uñas. Puedes frotarte las uñas con un trozo de ajo cortado, o si eso te resulta demasiado picante, puedes hacer tu propio aceite de ajo para utilizarlo como mascarilla para las uñas.
Para ello, saltea en una sartén el ajo picado o troceado con un poco de aceite de oliva durante 10 minutos, procurando que el aceite no burbujee ni humee. Deja que el aceite se enfríe y cuélalo en un recipiente de cristal, desechando los trozos de ajo. Puedes masajear este aceite en tus uñas y cutículas todas las noches, antes de enjuagarlas por la mañana. Recuerda que el masaje estimula el flujo sanguíneo, lo que ayuda a llevar los nutrientes del torrente sanguíneo a las uñas.
Miel
La miel ayuda a combatir el crecimiento de bacterias y hongos, y puede ayudar a mantener las uñas y las cutículas nutridas y flexibles. Combina las propiedades hidratantes de la miel con las del zumo de limón para crear una mascarilla de miel y limón para las uñas, mezclando 2 cucharaditas de miel con unas gotas de zumo de limón, y masajeando las uñas antes de dejarlas durante 15-20 minutos. Aclárala bien y tendrás unas uñas más brillantes, unas cutículas suaves y, si las usas con regularidad, unas uñas más fuertes con el paso del tiempo.
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Los consejos son meramente informativos y no deben sustituir la atención médica. Por favor, consulte a un médico o profesional de la salud antes de probar cualquier remedio.
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