Puede tragar mucho aire en el proceso y también puede volverse bastante ventoso e inquieto. Algunos incluso suben la leche debido al aire tragado con frecuencia.
Quiero hablarte de cuatro estrategias que pueden ayudarte.
Alimentar con frecuencia
Una de las primeras cosas es permitir que tu bebé acuda al pecho con frecuencia para alimentarse, manteniendo tus pechos lo más suaves posible durante todo el día y la noche.
Intenta evitar cualquier congestión. La congestión mamaria se produce cuando sus pechos se sienten excesivamente llenos hasta el punto de producir dolor. Si se congestionan, puede ser más difícil que el bebé se agarre al pecho, junto con el problema del flujo rápido. Mantener el pecho tan suave como sea posible permitirá que el flujo sea tan lento como sea necesario, y mucho más manejable para su bebé.
Expresión manual
Una pequeña expresión manual antes de enganchar a su bebé permitirá que la primera leche de flujo rápido salga del pecho, lo que llevará sólo unos segundos de expresión manual. Echa un vistazo a la información sobre la técnica de la extracción manual si no lo has hecho nunca.
Antes de cada toma, saque la menor cantidad de leche del pecho. No tiene que recogerla ni dársela a su bebé. Puede recogerla en un paño de muselina, y eso permitirá que el primer trozo rápido de leche sea más lento, lo que a su vez hará que la toma sea más manejable para su bebé.
Cambiar de posición
También puede suponer una gran diferencia permitir que su bebé se alimente en posiciones más erguidas: puede reclinarse hacia atrás y permitir que su bebé descanse contra su cuerpo. Puede alimentarse en cualquier ángulo alrededor de la cara del pecho. Asegúrate de que su cabeza está un poco más alta que el resto del cuerpo, lo que le permitirá controlar mejor el flujo.