¿Pueden los efectos psicológicos del estrés contribuir a las dificultades de concepción? Esta es una pregunta permanente que los investigadores y los médicos están tratando de averiguar basándose en las pruebas médicas existentes. Se estima que hasta un 30% de todos los casos de infertilidad pueden estar controlados por factores de estrés.
Se reconoce generalmente que las técnicas de relajación ayudan a las mujeres, que antes tenían dificultades para concebir, a quedarse embarazadas. Las hormonas del estrés, como el cortisol y la epinefrina, aumentan durante las situaciones de prueba y pueden afectar negativamente a la fertilidad. Reducir el estrés puede ser una buena manera de aumentar el flujo sanguíneo a los órganos reproductores y, por lo tanto, aumentar el suministro de nutrientes en esas regiones.
Las mujeres infértiles tienden a estar más deprimidas que las mujeres que no experimentan problemas de fertilidad. Además, los propios procesos de tratamiento de la fertilidad podrían sumarse al estrés que experimentan las parejas que desean concebir. Sin embargo, el estrés afecta a los individuos de diferentes maneras. Por lo tanto, las cuestiones sobre las implicaciones del estrés en las funciones reproductivas son objeto de debate.
Un estudio descubrió que las parejas tienen más probabilidades de quedarse embarazadas durante los momentos en que se sienten felices y relajados, en comparación con los momentos de tensión. Además, el éxito de las tecnologías de reproducción asistida, como la FIV, también puede verse influido por los niveles de ansiedad de la paciente. Se ha informado de que tanto la ovulación como la fecundación disminuyen con el aumento de los niveles de estrés en las mujeres.
Otro estudio analizó la saliva de mujeres que intentaban concebir. Un total de 401 parejas fueron evaluadas durante un año, de 2005 a 2009. El estudio controló la edad, la raza, los ingresos y la ingesta de alcohol, cafeína y cigarrillos. Se observó que el 87% de las parejas pudieron concebir, mientras que el 13% restante no se quedó embarazada. Según las conclusiones del estudio, las mujeres con los niveles más altos de alfa-amilasa en la saliva -un indicador de niveles de estrés más elevados- tenían un riesgo 2 veces mayor de infertilidad, en comparación con las demás participantes en el estudio. No se encontró ninguna relación entre los niveles de cortisol y la infertilidad en estas personas; el cortisol es un biomarcador conocido del estrés. Es importante señalar que, aunque este estudio muestra una asociación entre el estrés y la infertilidad, no establece que el estrés sea un factor causal de la infertilidad.
Alivio del estrés
Agujas de acupuntura:
Las parejas que tienen problemas para concebir pueden buscar formas de reducir el estrés en su vida diaria. Una técnica que ha demostrado tener cierto éxito es la acupuntura. Un estudio reveló que las mujeres que recibieron acupuntura antes y después de la transferencia de embriones durante el tratamiento de fecundación in vitro tenían más probabilidades de quedarse embarazadas, en comparación con las mujeres que no recibieron acupuntura.
En esta línea, el masaje también puede ayudar a las mujeres a superar los efectos perjudiciales del estrés. Se sabe que el masaje tiene un efecto calmante sobre el corazón y el cerebro. Otros métodos probados para aliviar el estrés son el ejercicio aeróbico, el yoga, la psicoterapia y los grupos de apoyo. Además, la meditación, la escucha de música y la respiración profunda son otras formas de provocar la respuesta de relajación en un individuo, lo que conduce a una experiencia de calma física y mental.
En última instancia, las mujeres deben analizar con honestidad sus niveles diarios de estrés y descubrir mecanismos para aliviar parte de él. Este esfuerzo no sólo tendrá un impacto positivo en la salud de la mujer, sino que también mejorará su capacidad para concebir.