Predecir las condiciones del tráfico en las carreteras y determinar las mejores rutas para un viaje es una tarea increíblemente compleja. Sin embargo, Google Maps lo hace en cuestión de segundos, siempre. ¿Cómo averigua la aplicación de navegación si el tráfico a lo largo de la ruta es denso o ligero o cuál es la hora estimada de llegada? Con más de mil millones de kilómetros recorridos con Google Maps en más de 220 países y territorios de todo el mundo, los datos de localización agregados ayudan a comprender las condiciones actuales del tráfico en las carreteras del mundo.
Pero esta información no tiene en cuenta cómo será el tráfico a los 10, 20 o incluso 50 minutos de tu viaje. Y aquí es donde entran en juego las técnicas avanzadas de aprendizaje automático.
Para predecir cómo será el futuro, Google Maps echa un vistazo al pasado. Analizando los patrones históricos de tráfico a lo largo del tiempo, Google ha aprendido cómo podrían ser las condiciones de las carreteras en un momento determinado del día. «Por ejemplo, un patrón puede mostrar que la autopista 280 en el norte de California suele tener vehículos viajando a una velocidad de 65 mph entre las 6 y las 7 de la mañana, pero sólo a 15-20 mph al final de la tarde», explica Johann Lau, director de producto de Google Maps.
Una combinación de estos patrones de tráfico históricos y de las condiciones de tráfico en vivo permiten a los algoritmos de aprendizaje automático de Google Maps predecir si se verá afectado por una ralentización que puede que ni siquiera haya comenzado todavía!
Hay que tener en cuenta que Google ha actualizado recientemente sus modelos predictivos de tráfico para acomodar el cambio dramático en los patrones de conducción desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. Estos ágiles modelos ahora priorizan automáticamente los patrones de tráfico históricos de las últimas dos a cuatro semanas y despriorizan los patrones de cualquier momento anterior.
Selección de rutas en Google Maps
Aunque la predicción del tráfico es una consideración clave para determinar las rutas recomendadas, Google Maps también tiene en cuenta otros factores, como la calidad de la carretera. «¿Está la carretera pavimentada o sin pavimentar, o cubierta de grava, tierra o barro? Elementos como estos pueden hacer que una carretera sea difícil de conducir, y es menos probable que recomendemos esta carretera como parte de tu ruta. También nos fijamos en el tamaño y la dirección de una carretera: conducir por una autopista es a menudo más eficiente que tomar una carretera más pequeña con múltiples paradas», dice Lau.
Otras fuentes de información son los datos fidedignos de los gobiernos locales (límites de velocidad, peajes, circulación restringida, etc.) y los comentarios en tiempo real de los usuarios de Google Maps (averías de vehículos, cierre de carriles, obras, etc.). Estas fuentes también ayudan a comprender cuándo las condiciones de la carretera pueden cambiar inesperadamente debido a desprendimientos, tormentas de nieve u otras fuerzas de la naturaleza.