¿Cómo saber cuándo es el momento de jubilarse?
Esto no se refiere a nadie en particular, y mucho menos a mí mismo. Pretende ser una pregunta general, no una indirecta velada. Es tan libre de subtexto como sea posible.
A lo largo de los años, he visto a algunas personas aguantar demasiado tiempo. Puede que se hayan amargado, o que hayan empezado a centrarse en las cosas equivocadas, o que simplemente hayan perdido un paso sin darse cuenta (o sin admitirlo ellos mismos). A veces se trata de dinero, pero a veces parece que se trata más bien de no querer enfrentarse a la mortalidad. Todos sabemos cuál es la siguiente etapa de la vida después de la jubilación; es una respuesta muy humana no querer admitir que una etapa ha terminado. En al menos un caso memorable de años pasados, del que no voy a dar detalles, parecía tratarse en gran medida de una cuestión de ego. En el contexto del profesorado, he conocido a un par de ellos que se quedaron más tarde de lo que probablemente deberían en parte porque temían que sus departamentos no llegaran a sustituirlos. Y a veces tienen razón.
En algunos casos, la salud obliga a ello. Mi padre se enfrentó a eso. En un momento dado, su esclerosis lateral amiotrófica le hizo imposible seguir trabajando. Eso sucede. A veces es la salud fiscal de la institución la que fuerza la cuestión. Algunos antiguos compañeros de DeVry cuentan que les ofrecieron incentivos para la jubilación con la alternativa implícita de «o te arriesgas a la siguiente ronda de despidos». En ese contexto, una «jubilación anticipada» es una versión gentil de un despido. Los incentivos a la jubilación han caído en desgracia en el sector público, pero siguen siendo una realidad en el sector privado.
Las cuestiones familiares también pueden desempeñar un papel importante. Puede tratarse de una enfermedad en la familia, o de un cambio de carrera del cónyuge, o incluso de la llegada de los nietos.
Por supuesto, algunas personas no tienen la opción financiera de jubilarse, aunque les gustaría hacerlo. En esos casos, la premisa de la pregunta es errónea.
En este contexto, sin embargo, estoy pensando en personas que honestamente tienen la opción. Pueden seguir trabajando, o no. Ambas opciones son viables. ¿Cómo saben cuándo irse?
Las personas que he visto que lo hacían bien se fueron cuando todavía eran respetados, y todavía eran buenos en sus trabajos. Se fueron porque tenían otras cosas que querían hacer, mientras todavía eran físicamente capaces de hacerlas. Una de mis personas favoritas, de vuelta a CCM, me dijo que sabía que había llegado el momento de marcharse cuando no podía dedicarse a calificar los trabajos como solía hacerlo. Ella creía que los estudiantes se merecían una opinión excelente, y notaba que la suya empezaba a fallar. En mi opinión, seguía siendo una estrella, pero estaba más interesada en tener una jubilación interesante y aventurera que en convertirse en una profesora cada vez menos eficaz. Yo admiraba eso.
Los lectores sabios y mundanos que se han jubilado, en la medida en que se sientan cómodos respondiendo a la pregunta, ¿cómo supieron cuándo era el momento? Para los que seguimos trabajando, ¿quiénes lo hicieron bien y cuáles fueron sus señales?