Sufrir de riñón atrófico significa que un riñón es de menor tamaño que el otro. Los seres humanos nacen normalmente con dos riñones separados ubicados en el lado izquierdo y derecho de la columna vertebral dentro del abdomen. Se consideran órganos vitales del cuerpo y se encargan de eliminar los residuos metabólicos tóxicos y de mantener el volumen de líquidos, el equilibrio de electrolitos y la secreción de varias hormonas.
Si los riñones sufrieran algún tipo de daño, la función renal general se vería afectada. Si los riñones se someten a estrés durante periodos de tiempo prolongados (daño sostenido), puede producirse un riñón atrófico.
¿Cuáles son las causas y los síntomas del riñón atrófico?
El riñón atrófico puede estar causado por muchas enfermedades diferentes que afectan al sistema renal de alguna manera. Los riñones pueden enfermar o dejar de funcionar debido a una restricción del suministro de sangre al órgano, lo que hace que varias estructuras internas del riñón se reduzcan de tamaño. Este encogimiento se extiende al tamaño total del riñón. Las siguientes son algunas de las causas de esta condición:
- Infecciones renales de larga duración: Por ejemplo, pielonefritis, riñón poliquístico u otras afecciones que afectan a las estructuras internas del propio riñón.
- Isquemia renal: Cuando el suministro de sangre al riñón se ve comprometido, puede producirse una atrofia renal. Esto puede ocurrir debido al estrechamiento de los vasos sanguíneos renales, lo que provoca daños en los tejidos.
- Oclusión de la arteria renal: Obstrucción de la arteria que suministra sangre oxigenada al riñón. Puede estar causada por un coágulo de sangre.
- Nefropatía por reflujo
- Compresión de los vasos sanguíneos por quistes renales
Las afecciones subyacentes específicas que conducen a un riñón atrófico pueden mostrar signos y síntomas únicos que no se observan en otros casos documentados. Sin embargo, los síntomas comunes de un riñón atrófico incluyen:
- Orinar con frecuencia
- Orina con sangre
- Fatiga
- Dolor de espalda
- Presión arterial alta
- Dolor al orinar
- Náuseas y vómitos
- Picazón en la piel
- Anemia
Tratamiento del riñón atrófico
Dependiendo de la causa original subyacente del riñón atrófico, el tratamiento será diferente. El encogimiento del riñón suele ser el resultado de fuerzas externas que privan al riñón de sangre o que dañan directamente su estructura interna. Saber exactamente cuál es la fisiopatología de un caso concreto de desarrollo de riñón atrófico dictará la opción de tratamiento más eficaz. La atrofia renal debida a una enfermedad renal crónica puede requerir diálisis, y la atrofia renal causada por una infección crónica del tracto urinario requeriría antibióticos.
Una atrofia puede encontrarse en uno o ambos lados, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. Por lo general, lo primero que hay que hacer es evaluar la eficacia de la función renal actual y, a partir de ahí, avanzar. Si se comprueba que uno de los riñones no funciona en absoluto como consecuencia de un daño irreversible, no hay otra opción que extirparlo. Sin embargo, incluso si sólo queda una función mínima, se hace todo lo posible para restaurar la función renal a lo que fue una vez.
Dieta para riñones atróficos
Para aquellos que han sido diagnosticados con riñón atrófico o cualquier otro trastorno renal patológico, puede ser útil saber qué alimentos consumir y cuáles evitar, ayudando a aliviar la carga que los riñones deben manejar. Durante los estados de retracción o enfermedad renal, sus células funcionales no trabajan a la capacidad óptima, lo que dificulta la labor de los riñones. Las siguientes son algunas recomendaciones alimentarias que alguien con una enfermedad renal debe tener en cuenta:
- Limitar el consumo de proteínas: Ayuda a reducir la carga de los riñones. Si se desea, se recomienda consumir proteínas de alta calidad, ya que producen menos productos de desecho y aportan más aminoácidos esenciales. Estas proteínas incluyen las claras de huevo, el pescado y las carnes magras
- Evite los alimentos salados: El sodio es un electrolito equilibrado por los riñones, y reducir la ingesta de sodio ayudará a descargar la carga renal. Se recomienda evitar los alimentos procesados, los condimentos salados y los alimentos enlatados.
- Evite los ácidos grasos saturados: Se sabe que inducen reacciones inflamatorias, además de agravar diversas afecciones renales.
- Evite los alimentos ricos en potasio: Este también es un electrolito que puede encontrarse en alimentos como los plátanos, los frutos secos, la carne de vacuno, el cerdo y la pasta de judías.
- Evite los alimentos ricos en purinas: Esto incluye las vísceras, la carne de vacuno, de cerdo y de cordero. También se sabe que la cerveza tiene un alto contenido en purinas.
El riñón atrófico puede ser una enfermedad complicada que requiere un tratamiento prolongado y una vigilancia constante. Es importante mantener una relación estrecha con su médico y discutir cualquier preocupación que tenga sobre la afección.