1. Precaliente su parrilla con todos los quemadores al máximo o con las compuertas abiertas y la tapa cerrada durante 10 a 15 minutos. Precaliente su parrilla con todos los quemadores en alto o las compuertas abiertas y la tapa cerrada durante 10 a 15 minutos.
2. Saque sus filetes de la nevera, sazónelos y deje que se pongan a temperatura ambiente mientras su parrilla se precalienta. Un filete a temperatura ambiente se cocinará más rápido que uno frío, y menos tiempo de cocción significa menos tiempo para secarse. Además, un filete frío se contraerá más cuando lo ponga en la parrilla, expulsando más jugos.
3. Limpie las rejillas de cocción y ajuste la parrilla para que tenga un calor directo y alto. La mejor temperatura para los bistecs es de 450°F a 500°F.
4. Ponga los bistecs en la parrilla, cierre la tapa y programe el temporizador para 2 o 3 minutos, dependiendo del grosor del bistec. (Consulte nuestra guía de la parrilla para obtener tiempos más precisos.)
5. Dé la vuelta a los filetes en una nueva zona de la rejilla de cocción. Ya han absorbido el calor de la zona de la rejilla de cocción en la que se colocaron primero. Ponerlos en un lugar nuevo garantiza que la rejilla de cocción siga estando lo suficientemente caliente como para crear esas bonitas marcas de chamuscado.
Cierre la tapa y programe el temporizador durante 2 ó 3 minutos más.**
6. Compruebe que el bistec está listo.
7. Cuando el bistec esté cocinado a su gusto, retírelo de la parrilla y déjelo reposar entre un 30% y un 40% del tiempo total en la parrilla.
8. ¡Disfrútelo!
**Un bistec más grueso requerirá más tiempo de cocción. Si ese es el caso, siga los pasos 1-5 para chamuscar, y luego mueva sus filetes a una zona indirecta para terminarlos. Esto evitará que el exterior se queme antes de que se cocine el interior.