Hillary Clinton ha sido absuelta por segunda vez por el FBI sobre su uso de un servidor de correo electrónico privado mientras era secretaria de Estado. ¿De qué se trata?
En julio, una investigación del FBI concluyó que ningún «fiscal razonable» presentaría un caso penal contra la señora Clinton, pero que ella y sus ayudantes fueron «extremadamente descuidados» en el manejo de información clasificada.
Entonces, el FBI sorprendió a todo el mundo, 11 días antes de las elecciones, al anunciar que estaba examinando correos electrónicos recién descubiertos enviados o recibidos por Hillary Clinton.
Dos días antes de que se abrieran las cabinas de votación en todo el país, el director del FBI, James Comey, anunció que mantenía su evaluación original: que la señora Clinton no debía enfrentarse a cargos penales.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
- ¿Qué pasa con los correos electrónicos de Hillary Clinton?
- ¿Por qué lo hizo?
- ¿Esto iba en contra de la ley?
- ¿De cuántos correos electrónicos estamos hablando?
- ¿Han realizado otros políticos actividades similares?
- Entonces, ¿por qué es una controversia?
- ¿Qué seguridad tenía su correo electrónico?
- ¿Espera, el Departamento de Estado fue hackeado?
- ¿Qué hay del nuevo giro?
¿Qué pasa con los correos electrónicos de Hillary Clinton?
Poco antes de jurar como secretaria de Estado en 2009, Hillary Clinton creó un servidor de correo electrónico en su casa de Chappaqua, Nueva York. A partir de entonces, utilizó este servidor, que albergaba la dirección de correo electrónico [email protected], para toda su correspondencia electrónica -tanto la relacionada con el trabajo como la personal- durante sus cuatro años de mandato.
También se dice que creó direcciones de correo electrónico en el servidor para su asesora de toda la vida, Huma Abedin, y la jefa de personal del Departamento de Estado, Cheryl Mills.
No utilizó, ni siquiera activó, una cuenta de correo electrónico de state.gov, que habría estado alojada en servidores propiedad del gobierno estadounidense y gestionados por él.
El sistema de correo electrónico de la señora Clinton se convirtió en una noticia nacional la primera semana de marzo de 2015, cuando el New York Times publicó un artículo en primera página sobre el tema. El artículo decía que el sistema «podría haber violado los requisitos federales» y que era «alarmante» para los actuales y antiguos funcionarios del archivo gubernamental.
Perfil: Hillary Rodham Clinton
¿Por qué lo hizo?
Según la señora Clinton, la razón principal por la que creó su propio correo electrónico fue por «comodidad». Durante una rueda de prensa en la ONU, dijo que prefería llevar un solo smartphone con una dirección de correo electrónico, en lugar de tener dos dispositivos: uno para el trabajo y otro para los asuntos personales.
En ese momento, según los informes, los teléfonos Blackberry emitidos por el gobierno no podían acceder a varias cuentas de correo electrónico.
«Pensé que usar un solo dispositivo sería más sencillo y, obviamente, no ha funcionado así», dijo.
Los escépticos han rebatido que la verdadera razón por la que la señora Clinton estableció su propio sistema de correo electrónico fue porque le daba un control total sobre su correspondencia.
Con la configuración de su correo electrónico, se convirtió en la única árbitro de lo que debía y no debía proporcionarse al gobierno, hacerse público a través de las solicitudes de libertad de información o entregarse a las partes interesadas, como la comisión del Congreso que investiga el ataque de 2012 contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi.
Según el informe del inspector general del Departamento de Estado, en 2010 la señora Clinton dijo a su jefe de personal adjunto que una de sus preocupaciones con el correo electrónico es que no «quería ningún riesgo de que lo personal fuera accesible».
Una investigación del FBI descubrió que la señora Clinton utilizó «numerosos dispositivos personales» mientras estaba en el cargo y que dependía de varios servidores de correo electrónico. Los empleados de Clinton dijeron al FBI que destruyeron algunos de los dispositivos sustituidos con un martillo, mientras que no pudieron dar cuenta de otros.
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¿Esto iba en contra de la ley?
Probablemente no. El sistema de correo electrónico de la señora Clinton existía en una zona gris de la ley, que ha sido modificada varias veces desde que dejó el cargo.
Cuando se convirtió en secretaria de Estado, la interpretación dominante de la Ley Federal de Registros de 1950 era que los funcionarios que utilizaban cuentas de correo electrónico personales debían asegurarse de que la correspondencia oficial se entregara al gobierno. Diez meses después de su toma de posesión, una nueva normativa permitía el uso de correos electrónicos privados sólo si los registros federales se «conservaban en el sistema de mantenimiento de registros de la agencia correspondiente».
La Sra. Clinton sostiene que este requisito se cumplió porque la mayoría de sus correos electrónicos de su cuenta personal iban dirigidos a, o eran reenviados a, personas con cuentas gubernamentales, por lo que se archivaban automáticamente. El resto de los correos electrónicos se entregaron a los funcionarios del Departamento de Estado cuando le hicieron una petición a ella -y a varios de sus predecesores- en octubre de 2014.
Dijo que es responsabilidad del empleado del gobierno «determinar lo que es personal y lo que está relacionado con el trabajo» y que ella ha ido «más allá» de lo que se le pidió.
En noviembre de 2014, el presidente Barack Obama firmó las Enmiendas a la Ley de Registros Presidenciales y Federales, que requieren que los funcionarios del gobierno envíen cualquier correspondencia oficial al gobierno en un plazo de 20 días. Sin embargo, incluso bajo esta nueva ley, las sanciones son sólo administrativas, no penales.
El informe del inspector general del Departamento de Estado, publicado en mayo de 2016, determinó que el sistema de correo electrónico de la señora Clinton violaba la política gubernamental y que no recibió permiso antes de instituirlo, aprobación que no se habría concedido si ella lo hubiera solicitado. Tales transgresiones, sin embargo, no constituyen una conducta criminal.
El director del FBI, James Comey, anunció los resultados de una investigación separada del FBI el 5 de julio y concluyó que, si bien «hay pruebas de posibles violaciones» de las leyes penales que cubren el mal manejo de información clasificada, «nuestro juicio es que ningún fiscal razonable presentaría tal caso». Remitió el asunto al Departamento de Justicia, que cerró el caso contra la señora Clinton y sus ayudantes sin presentar cargos.
Desde entonces, el Departamento de Estado ha reanudado su investigación sobre si la señora Clinton o sus ayudantes violaron la política gubernamental en el manejo de información clasificada. Si determina que lo hicieron, el castigo podría incluir una carta formal de reprimenda o la pérdida de la autorización de seguridad.
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¿De cuántos correos electrónicos estamos hablando?
Según la señora Clinton, envió o recibió 62.320 correos electrónicos durante su etapa como secretaria de Estado. Ella, o sus abogados, han determinado que aproximadamente la mitad de ellos -30.490, aproximadamente 55.000 páginas- eran oficiales y han sido entregados al Departamento de Estado.
La Sra. Clinton dijo que los otros correos electrónicos son privados, relacionados con temas como la boda de su hija, el funeral de su madre y «rutinas de yoga».
A petición de Hillary Clinton, el Departamento de Estado hizo pública la primera serie de correos electrónicos enviados desde su cuenta privada en mayo de 2015, muchos de ellos relacionados con el ataque de 2012 al consulado de Estados Unidos en Bengasi.
A principios de agosto de 2015, Clinton firmó una declaración jurada en la que juraba que había entregado todas las copias de los registros gubernamentales de su época en el cargo.
El FBI encontró «varios miles» de correos electrónicos relacionados con el trabajo que no fueron entregados al Departamento de Estado, aunque concluyó que los correos fueron borrados antes de 2014 y no fueron eliminados intencionalmente «en un esfuerzo por ocultarlos».
Se espera que alrededor de 3.000 correos electrónicos se den a conocer en el período previo al día de las elecciones, pero muchos más no se procesarán hasta después del 8 de noviembre.
¿Han realizado otros políticos actividades similares?
La señora Clinton no está ni mucho menos sola. Otros políticos y funcionarios -tanto del gobierno federal como del estatal- han recurrido en ocasiones al correo electrónico personal para asuntos oficiales. Colin Powell, secretario de Estado con el presidente George W. Bush, dijo a ABC que utilizó una cuenta de correo electrónico personal mientras estaba en el cargo, incluso para mantener correspondencia con líderes extranjeros.
El informe del inspector general del Departamento de Estado descubrió que muchos de los predecesores de la señora Clinton -incluido el señor Powell- tampoco cumplían con los requisitos federales de mantenimiento de registros, aunque las normas que regían sus acciones eran menos detalladas cuando estaban en el cargo.
El New York Times informó de que el Sr. Powell había aconsejado una vez a la Sra. Clinton en una cena que utilizara el correo electrónico privado, aunque no mientras manejara información clasificada. Pero posteriormente negó haber hecho tal cosa.
Fuera de Washington, el ex gobernador de Florida Jeb Bush -candidato a la presidencia de EE.UU. en 2016- utilizó una dirección de correo electrónico privada ([email protected]). Al igual que la señora Clinton, ha seleccionado qué correspondencia hacer pública.
El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, otro ex aspirante presidencial republicano, se enfrentó a preguntas sobre el uso de direcciones de correo electrónico privadas por parte de su personal cuando era ejecutivo del condado de Milwaukee.
La revista Government Executive realizó una encuesta en febrero de 2015 entre 412 trabajadores federales de alto nivel y descubrió que el 33% de los encuestados dijo que utilizaba el correo electrónico personal para asuntos gubernamentales «al menos a veces».
La Sra. Clinton difiere de estos ejemplos no en la forma, sino en el alcance: porque utilizó exclusivamente su dirección de correo electrónico personal. Y, a diferencia del Sr. Bush y del Sr. Walker, sus acciones se rigieron por la ley federal.
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Entonces, ¿por qué es una controversia?
Esto se convirtió en un gran problema en gran parte porque la señora Clinton está pidiendo al público estadounidense que confíe en que está cumpliendo tanto con la «letra como con el espíritu de las normas», en palabras de su portavoz, Nick Merrill.
La historia del New York Times fue impulsada por la información proporcionada al periódico por el comité del Congreso sobre Bengasi, y los críticos conservadores alegan que no hay manera de probar que ella está siendo comunicativa al proporcionar su investigación con todo el material relevante.
Su explicación de «conveniencia» ha sido difícil de tragar para algunos, dado que como secretaria de Estado viajaba con un amplio séquito capaz de llevar su teléfono adicional. Y en febrero de 2015, dijo a un entrevistador de televisión que ahora lleva varios dispositivos: un iPhone y una Blackberry, así como un iPad y un iPad mini.
Además, los críticos tanto de la izquierda como de la derecha han expresado su preocupación de que su dependencia de un sistema de correo electrónico «casero» hiciera que sus comunicaciones fueran más susceptibles a los hackers y a los servicios de inteligencia extranjeros.
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¿Qué seguridad tenía su correo electrónico?
Durante su rueda de prensa, la señora Clinton dijo que «no hubo ninguna brecha de seguridad» en su servidor y que las sólidas protecciones puestas en marcha «demostraron ser eficaces y seguras».
Sin embargo, analistas independientes de ciberseguridad han dicho que los hackers expertos pueden entrar en los servidores de correo electrónico sin dejar ninguna evidencia. Y los sistemas de seguridad disponibles en el mercado no son rivales para los sistemas protegidos por el gobierno, pero incluso estos no son invulnerables, como demostró una intrusión en noviembre de 2014 en el sistema de correo electrónico del Departamento de Estado.
La presidenta ha dicho en repetidas ocasiones que no se transmitió ningún material clasificado a través de su cuenta de correo electrónico y que solo envió un correo electrónico a un funcionario extranjero, en el Reino Unido.
Pero en julio de 2015, el inspector general de la comunidad de inteligencia estadounidense, Charles McCullough, dijo al Congreso que ella había enviado al menos cuatro mensajes que contenían información derivada de material clasificado. Un mes después, McCullough reveló que dos de los correos electrónicos contenían información considerada «alto secreto», el nivel de clasificación más alto.
Respondiendo a la creciente presión, la señora Clinton accedió finalmente en agosto de 2015 a entregar el servidor privado que utilizó para una investigación preliminar del FBI sobre la seguridad de la información clasificada contenida entre sus correos electrónicos.
También dijo que entregaría los lápices de memoria que contenían copias de los correos electrónicos.
Para cuando se hizo público el último lote de correos electrónicos de Clinton en marzo de 2016, el número total de correos electrónicos que recibieron una designación de clasificados a posteriori había superado los 2.000.
En mayo de 2016, el hacker rumano Guccifer, en prisión en Estados Unidos por cargos de piratería informática, dijo a Fox News que había accedido con éxito al servidor de correo electrónico de la señora Clinton en varias ocasiones, una afirmación que la campaña de Clinton niega y que el Departamento de Estado y los fiscales dijeron que no hay pruebas que la respalden.
El informe del FBI de julio de 2016 no encontró «pruebas directas» de acceso no autorizado a sus servidores de correo electrónico, según James Comey, pero que la falta de seguridad robusta significaba que «es posible que actores hostiles obtuvieran acceso».
Clinton envió correos electrónicos que desde entonces se considera que contienen información clasificada
¿Espera, el Departamento de Estado fue hackeado?
De hecho, lo fue. Según fuentes citadas por la CNN, el ataque de noviembre de 2014 fue el «peor» ciberataque contra una agencia gubernamental, lo que obligó a los trabajadores de TI del departamento a cerrar todo su sistema de correo electrónico no clasificado durante un fin de semana.
El gobierno de EE.UU. sospecha que hackers rusos estuvieron detrás del ataque – y también fueron responsables de esfuerzos similares contra la Casa Blanca, el servicio postal y otras agencias.
Aunque la señora Clinton no se vio afectada por ese incidente en particular, parte de su correspondencia personal fue revelada en marzo de 2013, cuando un confidente, Sidney Blumenthal, vio comprometida su dirección de aol.com por el hacker llamado Guccifer ( posteriormente se reveló que era un rumano llamado Marcel-Lehel Lazar).
Aunque Guccifer sólo expuso los correos electrónicos que el Sr. Blumenthal envió a la Sra. Clinton, no sus respuestas, reveló la dirección de correo electrónico privada de la secretaria de Estado dos años antes de que el New York Times lo convirtiera en una historia nacional.
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¿Qué hay del nuevo giro?
El FBI anunció a finales de octubre que había descubierto nuevos correos electrónicos «en relación con un caso no relacionado… que parecen ser pertinentes para la investigación».
El director James Comey dijo que los investigadores determinarían si los correos electrónicos contienen información clasificada.
Se supo que los correos electrónicos recién descubiertos estaban siendo examinados como parte de una investigación del FBI sobre el ex congresista caído en desgracia Anthony Weiner, esposo distanciado de la principal asesora de Clinton, Huma Abedin.
Dos días antes del día de las elecciones, Comey anunció que no había cambiado su conclusión original de que la señora Clinton no debería enfrentar cargos criminales por su manejo de información clasificada, tras una revisión de los correos electrónicos recién descubiertos.