El síndrome de dolor postquirúrgico crónico (CPSP) ha recibido reconocimiento en la literatura durante más de una década, sin embargo, las medidas preventivas son limitadas en el período perioperatorio. Dado el gran número de cirugías abdominales que se realizan en todo el mundo, el CPSP supone una carga social y económica para la sociedad. La incidencia de CPSP varía entre el 15% y el 30% tras procedimientos abdominales o pélvicos menores y mayores. El daño nervioso intraoperatorio y el dolor postoperatorio agudo grave son dos factores principales que predicen la CPSP. La sensibilización central puede ser un mecanismo subyacente al CPSP. Dado que se ha propuesto que la misma vía causa la hiperalgesia de la herida, los estudios han propuesto el uso de técnicas analgésicas multimodales con ketamina y anestesia neuraxial para reducir la incidencia del CPSP después de las cirugías abdominales. Del mismo modo, se ha recomendado una analgesia preventiva multimodal eficaz que bloquee tanto las entradas nociceptivas segmentarias como las heterosegmentarias (vago, nervio frénico) para evitar la neuroplasticidad central. Este artículo de revisión se centra en el dolor crónico después de la cirugía abdominal y pélvica, y destaca los aspectos exclusivos de este modelo quirúrgico.