¿Sabías que los nervios más grandes del cuerpo empiezan en la parte baja de la espalda? Lo hacen y se llama el famoso nervio ciático!
Cada uno de los dos nervios ciáticos está formado por cuatro o cinco nervios que se ramifican de la médula espinal y bajan por la parte posterior de cada pierna. La ciática es un dolor intenso en la pierna causado por la compresión o la irritación del nervio ciático.
Un problema de salud demasiado común.
Los nervios ciáticos son los más grandes y largos del cuerpo, alcanzan el tamaño del pulgar en diámetro y bajan por la parte posterior de cada pierna. Cuando estos nervios se irritan o se ven afectados por la inflamación de los tejidos blandos cercanos, los médicos lo denominan ciática.
Una de las causas más comunes del dolor ciático en las piernas es el complejo de subluxación vertebral. Puede ir acompañado del abultamiento o la hernia de los discos pulposos blandos que separan cada hueso de la columna vertebral. Esto puede irritar o presionar las raíces del nervio ciático cuando salen de la médula espinal. El resultado puede ser un dolor intenso que baja por una o ambas piernas.
En el pasado, el tratamiento ha consistido en medicamentos para el dolor, relajantes musculares, fisioterapia e incluso cirugía, que sólo tiene un éxito del 60%. El enfoque quiropráctico consiste en utilizar una presión cuidadosamente dirigida y controlada para eliminar la interferencia de las estructuras espinales. Estos «ajustes» quiroprácticos son muy eficaces para reducir la irritación del nervio y su dolor asociado.
La ciática, al igual que otros problemas de salud que pueden atribuirse a la columna vertebral, suele responder de forma espectacular al restablecimiento de la función normal de la columna vertebral mediante la atención quiropráctica.
El dolor se produce cuando las raíces del nervio ciático se irritan, se raspan, se tuercen, se estiran o se pellizcan al salir de la columna vertebral. Las causas del deterioro pueden ser químicas, físicas o el estrés emocional de la vida cotidiana. Un brote de ciática en toda regla puede afectar a todo el trayecto del nervio ciático y provocar síntomas de dolor lumbar, ardor, calambres o entumecimiento que se irradian a los muslos, las piernas, los tobillos, los pies y los dedos de los pies. El dolor también puede limitarse a varios puntos a lo largo del nervio, como las nalgas, la rodilla y la pantorrilla.