Hay tres estilos de comportamiento comunes llamados asertivo, pasivo y agresivo. Todos tendemos a caer en uno de estos comportamientos. A continuación se describe cada tipo de comportamiento, incluyendo las características, los sentimientos, las acciones de los demás y los sentimientos de los demás.
Agresivo:
El comportamiento agresivo se caracteriza por anteponer sus necesidades a las de los demás a cualquier precio. Se expresa de forma contundente. Los sentimientos a menudo relacionados con ella son la rectitud, la superioridad y el enfado. Cuando se utiliza un comportamiento agresivo con los demás, va a dejarlos con un sentimiento de enfado y resentimiento. Puede llevar a la gente a sentirse herida y avergonzada a largo plazo.
Pasivo:
El comportamiento pasivo se caracteriza por anteponer las necesidades de los demás a las propias, a costa de uno mismo. Se expresa de forma tímida y débil. Al final, con el comportamiento pasivo, no lograrás tu objetivo deseado. Los sentimientos que suelen asociarse al comportamiento pasivo son el dolor, la ansiedad y la ira retardada. Una vez que te das cuenta de que no estás satisfaciendo tus necesidades, es cuando aparece la ira. Las emociones de los demás suelen ser la irritación, la lástima y la falta de respeto general. Eso puede llevar a la culpa o a la superioridad por parte de las personas con las que estás siendo pasivo.
Asertivo:
El comportamiento asertivo se caracteriza por la mejora de uno mismo, sin dejar de tener en cuenta los sentimientos de la otra persona. Es de naturaleza expresiva. Como resultado del comportamiento asertivo, es posible que no siempre se consiga el objetivo, pero se habrá conseguido preservar la relación. Cuando las personas utilizan un comportamiento asertivo, tienden a sentirse seguras y respetadas. Los demás se sienten igual y, en última instancia, todos se van sintiendo valorados. Es lo último en lo que se puede ganar.
¿Cuál de estos comportamientos utilizas con más frecuencia? El comportamiento asertivo es el que más frecuentemente recomiendan utilizar los terapeutas. Aunque ser pasivo puede conseguirte ganancias secundarias y ser agresivo puede empujar a la gente a darte lo que quieres, lo haces a costa de una relación. Decide por ti mismo, ¿tengo que ser pasivo, agresivo o asertivo?
Amanda Landry, LMHC, CAP decidió convertirse en terapeuta mientras asistía a la Nova Southeastern University. Ella vio la necesidad de ayudar a las personas a lograr la vida que querían vivir, mientras que la creación de una vida propia. Completó su maestría en Consejería de Salud Mental y comenzó una carrera en el ámbito de la justicia juvenil. Desde entonces, ella ha comenzado una práctica privada en Pembroke Pines, Florida, especializada en la depresión, la ansiedad problemas de relación, y el abuso de sustancias. Amanda es una creyente en el tratamiento holístico y practica el veganismo, la meditación y el yoga en su vida. Descubre más sobre su práctica aquí. Para una consulta gratuita de 15 minutos, llame o envíe un mensaje de texto a Amanda al 954-378-5381 o envíele un correo electrónico a [email protected].
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