- ¿Qué son las barras y los clavos?
- ¿Cuándo se utilizan varillas o clavos?
- ¿Cuál es la diferencia entre una varilla y un clavo?
- ¿Cómo se inserta un clavo o una varilla en el centro de un hueso?
- ¿Cuáles son las ventajas de utilizar una varilla o un clavo?
- ¿La inserción de una varilla o clavo dañará la médula ósea?
- ¿Es necesario retirar las varillas y los clavos después del tratamiento?
- ¿Por qué elegir el Centro Internacional de Alargamiento de Extremidades?
¿Qué son las barras y los clavos?
Las barras y los clavos son cilindros largos que están hechos de metal de grado quirúrgico (acero inoxidable o titanio). Estos dispositivos se insertan dentro de la cavidad medular de un hueso largo (tibia, fémur, húmero o huesos del antebrazo). También se denominan dispositivos intramedulares (IM), ya que van dentro del hueso. El médico puede referirse indistintamente a las varillas y a los clavos como dispositivos internos, intramedulares o IM.
¿Cuándo se utilizan varillas o clavos?
Los clavos pueden utilizarse para alargar los huesos o para ayudar a alargarlos. Un clavo o una varilla pueden utilizarse para estabilizar un hueso después de la corrección de una deformidad o después de una fractura para que el hueso se mantenga firme y protegido mientras se cura. También se pueden utilizar tipos especiales de clavos y varillas para administrar antibióticos a un hueso infectado.
¿Cuál es la diferencia entre una varilla y un clavo?
Los clavos y las varillas se insertan en el centro del hueso, pero sólo los clavos se fijan al hueso con pernos transversales o tornillos de bloqueo. Un clavo tiene pequeños agujeros perforados en ambos extremos del clavo. A través de estos orificios se introducen tornillos o clavos óseos que se fijan al hueso. Aumentan la estabilidad del clavo en el interior del hueso.
Las varillas se insertan en el interior del hueso pero no se fijan al hueso con tornillos óseos o clavos. Las varillas suelen ser más flexibles y más finas que los clavos. Dependiendo del escenario clínico, nuestros cirujanos pueden utilizar varillas de Rush y/o varillas recubiertas de cemento antibiótico.
¿Cómo se inserta un clavo o una varilla en el centro de un hueso?
Primero, el médico necesita hacer espacio para que el dispositivo encaje dentro del hueso. La parte exterior de un hueso está formada por tejido duro, pero el interior de un hueso está formado por tejido medular más blando. El médico utilizará un taladro ortopédico para crear un canal en la cavidad de la médula en el centro del hueso. Este canal será lo suficientemente grande para que el clavo o la varilla encajen en su interior.
La forma de insertar la varilla o el clavo depende del hueso y de la situación particular del paciente:
- En el caso del fémur (hueso del muslo), el dispositivo puede insertarse de dos formas diferentes:
- A través de la parte superior del fémur que está más cerca de la cadera (se inserta desde la cadera hacia la rodilla).
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- A través de la parte inferior del fémur más cercana a la rodilla (insertada desde la rodilla hacia la cadera).
- Para la tibia (espinilla), el dispositivo se insertará casi siempre a través de la parte superior de la tibia más cercana a la rodilla (insertada desde la rodilla hacia el tobillo).
- Para el húmero (hueso de la parte superior del brazo), el dispositivo se insertará a través de la parte superior del húmero más cercana al hombro (desde el hombro hacia el codo).
¿Cuáles son las ventajas de utilizar una varilla o un clavo?
Las varillas y los clavos sostienen el hueso mientras se cura, lo que permite a los pacientes poner peso en la pierna o el brazo más rápidamente. Poner peso sobre un hueso favorece la curación del mismo.
¿La inserción de una varilla o clavo dañará la médula ósea?
Dañará la médula ósea de ese hueso, pero no afectará a la capacidad del cuerpo para crear nuevos glóbulos rojos o células inmunitarias (por ejemplo, células T). Las personas tienen muchos huesos que contienen médula ósea. Después de retirar la varilla/clavo, la médula ósea del hueso sometido a tratamiento se regenerará por sí misma.
¿Es necesario retirar las varillas y los clavos después del tratamiento?
Una vez que el hueso se ha curado por completo, la varilla/clavo ya no sirve para nada y puede retirarse. Esto se suele hacer un año después de la cirugía original y puede ser un procedimiento ambulatorio (es decir, el paciente no se queda en el hospital durante la noche después de la cirugía). En determinadas situaciones en las que existe una enfermedad ósea subyacente que hace que los huesos corran el riesgo de fracturarse a lo largo de la vida (raquitismo, osteogénesis imperfecta, pseudoartrosis congénita de la tibia) puede ser preferible dejar la varilla/clavo dentro del hueso de forma permanente para evitar que se vuelva a fracturar.
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