La laringe es un órgano muy activo. En muchos sentidos, es una puerta crucial, ya que dirige el aire a los pulmones para respirar. También dirige los alimentos hacia el esófago en su camino hacia el estómago.
Esta sencilla tarea es importante y la interrupción de esta función puede poner en peligro la vida. Mientras que permitir que el aire entre en el estómago no es significativo, si las partículas de comida entran en la tráquea, también llamado aspiración, esto puede ser una amenaza para la vida. La aspiración repetida puede provocar neumonía, enfermedad y, a veces, la muerte.
La laringe también es responsable de crear el sonido de la voz. La laringe alberga las cuerdas vocales que se abren para permitir la respiración; se cierran para proteger la tráquea al tragar; y vibran para dar voz. El ruido que produce la laringe es modificado por la lengua, los labios y las encías para generar el habla.
Debido a que la laringe es un órgano tan vital para respirar, digerir y hablar, el cáncer de laringe puede presentarse de innumerables formas y afectar a estas funciones. La localización y el tamaño del cáncer determinan los síntomas que presentan los pacientes.
Los cánceres de laringe se dividen generalmente en tres áreas generales:
- Debajo de las cuerdas vocales (subglotis)
- Al nivel de las cuerdas vocales (glotis)
- Sobre las cuerdas vocales (supraglotis)
Los cánceres confinados en una sola de estas tres áreas se tratan de formas muy diferentes. Cuando los cánceres abarcan varias zonas, el tratamiento puede ser más difícil y complicado.
Por ejemplo, los cánceres de las cuerdas vocales (glotis), tienden a causar ronquera desde el principio. La voz es muy sensible, por lo que pequeñas alteraciones de las cuerdas vocales pueden provocar síntomas evidentes. Los tumores pueden ser diminutos -fracciones de un centímetro- y causar síntomas importantes. En cambio, los tumores situados por encima de las cuerdas vocales (supraglotis) o detrás de ellas (hipofaringe) pueden pasar desapercibidos hasta que los tumores son mucho más grandes. También sabemos que los cánceres de la glotis se extienden a los ganglios linfáticos con poca frecuencia, mientras que los tumores de la subglotis y la supraglotis se extienden a menudo a los ganglios linfáticos.
Determinar el mejor tratamiento para los pacientes con cáncer de laringe depende en gran medida del tipo, el tamaño, la localización y la afectación de los ganglios linfáticos de la enfermedad. Como cirujanos, generalmente dividimos los cánceres en tempranos (estadio I o estadio II) y tardíos (estadio III, estadio IV). En términos generales, los cánceres tempranos suelen tratarse sólo con cirugía o radiación. Los cánceres tardíos o en estadio avanzado se tratan con una combinación de cirugía, radiación y quimioterapia.
El tratamiento de cualquier cáncer, especialmente de los cánceres en estadio avanzado, es más eficaz cuando lo lleva a cabo un equipo de médicos que están familiarizados con la enfermedad y que colaboran habitualmente. Como cirujano de cáncer de cabeza y cuello en el Centro Oncológico Fox Chase (que ahora forma parte del Sistema de Salud de la Universidad de Temple), trabajo habitualmente en estrecha colaboración con mis colegas de oncología radioterápica y oncología médica para desarrollar los mejores planes de tratamiento para nuestros pacientes.