Uno de los estados de México, ricos en cultura y tradición es el estado de Michoacán, vasto en patrimonios culturales. Hoy queremos platicarte sobre una de las expresiones del folclor michoacano más conocidas: la Danza de los Viejitos.
Historia de la Danza de los Viejitos
El origen tanto de la Danza de los Viejitos como de la gastronomía michoacana se pierde en la historia, pero se sabe que fue un ritual sagrado del imperio purépecha, asentando en el actual estado de Michoacán. Este lo realizaban cuatro de los petámutis, hombres ancianos guardianes de la sabiduría chamánica. Dichos dignatarios bailaban con sus bastones de mando y representaban a los cuatro puntos cardinales. La ceremonia se llevaba a cabo cuatro veces al año, marcando el tránsito solar de cada nueva estación e indicando el inicio de las respectivas actividades a realizar en la comunidad.
Qué significa la Danza de los Viejitos
Con la llegada de los españoles al país, el ritual sagrado fue prohibido y se transformó en una danza satírica sobre el envejecimiento de los europeos y su poca resistencia, conocida hoy como la Danza de los Viejitos. Los danzantes cubren sus rostros durante la ceremonia con máscaras de ancianos, que también indican las estaciones ya pasadas. La danza se acompaña con la música de las «pirekuas», cantos ancestrales michoacanos, reconocidos como Patrimonio Cultural. Los instrumentos que se utilizan son el contrabajo, la guitarra y el violín.
Cómo es la Danza de los Viejitos
La coreografía popular de la Danza de los Viejitos es cómica, diseñada para hacer un contraste entre las posturas encorvadas y tambaleantes de los danzantes y la gran energía de su zapateado. En algunas zonas del estado esta danza se baila de forma continua por horas, en especial durante las celebraciones religiosas más importantes. Es tan importante que se ha presentado en los museos y foros culturales más destacados de México y el mundo.
No te pierdas la oportunidad de disfrutar en vivo esta maravillosa muestra de la riqueza cultural del estado de Michoacán.