Lynda Carter

¡Aaarghh!!! ¡Una vez más, la maldición de las sirenas de culto! Bueno, una especie de maldición buena: otra de nuestras distinguidas invitadas que no parece envejecer (cada vez está más guapa, de hecho) y que sigue siendo una de las criaturas más arrebatadoras que ha dado la pequeña pantalla. Todos los hombres de mi edad que conocí en su día se enamoraron de Lynda Carter a mediados de los setenta. Y por una buena razón: ¿quién no recuerda la serie de televisión de culto Wonder Woman (y más concretamente el traje que Lynda llevaba?).

Lynda Jean Carter nació el 24 de julio de 1951 en Phoenix, Arizona, la menor de tres hijos de una familia con ciertas raíces hispanas. Alrededor de los 10 años, comenzó a mostrar interés por la música e incluso empezó a componer canciones. Con el tiempo, llegó a participar en coros y obras de teatro del instituto. Después de sólo un semestre, Lynda dejó la Universidad de Arizona para convertirse en cantante a tiempo completo. Así, se unió a una banda llamada Just Us, que haría una gira por Inglaterra alrededor de 1970.

Sin embargo, la experiencia dejó a Lynda insatisfecha y, de repente, decidió participar en su primer concurso de belleza, el de Miss Phoenix, que ganó. Al poco tiempo, fue coronada como Miss Arizona y, finalmente, el siguiente paso lógico y el último logro, Miss USA en 1973, lo que la convirtió en la representante oficial para el concurso de Miss Mundo. Tras cumplir sus obligaciones con estas organizaciones, Lynda decidió estudiar para convertirse en actriz. Así, en 1974 hizo algunas apariciones en un par de programas de televisión, pero sin conseguir mucha repercusión. Por aquel entonces, se celebraron audiciones para el papel principal de una nueva serie que tenía como protagonista a la superheroína más popular de todos los tiempos, la Mujer Maravilla.

La Mujer Maravilla fue creada en 1941 para D.C. Comics por Charles Moulton, con el objetivo de proponer la primera heroína del cómic en un mundo dominado por hombres machistas en mallas. El personaje hizo su primera aparición en All Star Comics #8 y obtuvo su propia serie regular en el verano de 1942, que se publicaría hasta 1986, llegando al número 329. Poco después, D.C. decidió poner en orden sus publicaciones al publicar la aclamada miniserie Crisis on Infinite Earths, lo que dio lugar a que Wonder Woman obtuviera una nueva serie que comenzó de nuevo con un número 1 en 1987, que aún sigue vigente en la actualidad. Y, por supuesto, Wonder Woman fue el primer miembro femenino de la Liga de la Justicia de América, junto a otros desconocidos extrañamente llamados Superman, Batman, Flash, Aquaman, etc.

¿Qué sabemos del camino de Wonder Woman a la pantalla? En 1967 se rodó una secuencia de apenas cinco minutos de duración (que más bien parece un mal sketch), con el evidente objetivo de crear algo que pudiera igualar la popularidad del programa de televisión de Batman. Pero con el fracaso de la serie de Green Hornet y la mediocridad de esta prueba, el proyecto se abandonó. La actriz Ellie Wood Walker interpretó a una Mujer Maravilla de pocas luces, completamente dominada por su madre (¡una neurótica ama de casa!). Luego vino una película para televisión en 1974 con Cathy Lee Crosby como protagonista. Estábamos a años luz de la fuente original, con una heroína rubia que lucía un traje espantoso y un guión horrible que trataba de espías, sin que hubiera superpoderes. Pero aun así, la idea se mantuvo. Se pensó en otro intento, esta vez con la actriz Joanna Cassidy, que estuvo a punto de conseguir el papel, tan difícil de conseguir. Finalmente, Lynda Carter, de 1,70 m, fue elegida como la nueva Wonder Woman, ya que la primera vez que se puso el legendario traje, dejó en el polvo a las aspirantes a estrella de 1999 y en el suelo a todos los chicos de alrededor, que se quedaron atónitos ante esta maravillosa visión.

El viernes 7 de noviembre de 1975, la ABC emitió el piloto de The New Original Wonder Woman (La nueva Mujer Maravilla original), acertadamente titulado tras un par de falsos intentos. Lo creas o no, yo estaba personalmente frente a la pequeña pantalla en esa fatídica noche y mi vida nunca fue la misma desde entonces. Nuestra historia se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial, dando así credibilidad a los verdaderos orígenes de nuestra heroína, y conservando un encanto juvenil a toda la producción. Podemos hablar durante horas de la belleza de Lynda Carter, de su perfecto casting para representar a la Mujer Maravilla en carne y hueso, pero admitamos también que su frescura como actriz se convirtió en un gran punto a favor de la serie, ya que la ingenuidad de su personaje al descubrir el mundo fuera de su isla enteramente habitado por mujeres era totalmente convincente. Y, además, ¡pateó el trasero de los nazis!

Así que Lynda salvó todo el proyecto con su magnífica presencia ya que, sinceramente, el guión no era el punto más fuerte y los efectos especiales eran mínimos. Pero nos encantó ver todo el atrezzo clásico del personaje: el traje (como si tuviera que mencionarlo una vez más), los brazaletes para detener las balas, el lazo mágico que puede hacer que la gente diga la verdad y el avión invisible. Lynda se tomó todo esto muy en serio, entrenando constantemente e incluso haciéndose vegetariana. Todavía hoy se siente orgullosa de su trabajo interpretando a un personaje femenino fuerte.

Incluso con el éxito del piloto, la ABC seguía sin estar segura, incapaz de decidir si Lynda era en realidad demasiado sexy para una serie que podía contar entre sus potenciales fans a muchos jóvenes. En ese tiempo de indecisión, Lynda rodó la película de acción Bobbie Joe and the Outlaw, en la que podemos vislumbrar un poco de pecho desnudo. Esta producción sigue siendo un ejemplo perfecto del autocine, con muchas persecuciones de coches y choques, ya que Bobbie Joe (Lynda Carter) se ve envuelta en una banda de ladrones. Pero, ¡oh feliz noticia!, la ABC dio el visto bueno final sin alteraciones de vestuario (¡gracias a Dios!), produciendo una primera temporada de 13 episodios. Dos se emitieron en abril de 1976, los demás entre octubre de 1976 y febrero de 1977. Seguimos durante la Segunda Guerra Mundial, donde la Mujer Maravilla trabaja como secretaria militar del Ejército de los Estados Unidos, bajo el nombre de Diana Prince. La primera temporada también introdujo el personaje de Wonder Girl, interpretado en uno de sus primeros papeles por Debra Winger. Por supuesto, nuestra heroína se encontró con muchos adversarios extraños, a saber, una Wonder Woman nazi, un gorila incomprendido e incluso Roy Rogers (que aceptó ser una estrella invitada sólo si Wonder Woman llevaba una minifalda). En todo esto, Lynda encontró tiempo para ser invitada en El show de los Muppets, como muchas estrellas de la época.

La segunda temporada trajo muchos cambios. En primer lugar, la CBS era la nueva cadena que producía, tras el desinterés de la ABC (¡y esto con buenos índices de audiencia!). El título pasó a ser The New Adventures of Wonder Woman y la acción se desarrollaba ahora en 1977, con lo que la serie perdió un poco de encanto. El traje se volvió más revelador (?!?!!). Se emitieron un total de 22 episodios entre septiembre de 1977 y julio de 1978. La tercera y última temporada correspondería a la alineación de 1978-79, donde el peinado de WW se hace más moderno y su actitud más seria. Pero, aunque no lo creas, un episodio se titula ¡Diablo de discoteca! ¡Abajo, mamá! Incluso el veterano actor John Carradine protagoniza una aventura. ¡Por fin supimos que la Mujer Maravilla tenía 2227 años! El 28 de agosto de 1979 pudimos admirar por última vez a Lynda Carter en el papel que la hizo inmortal. Durante todo esto, se casó con Ron Samuels, que se convirtió en su agente. Ambos se divorciaron en 1982.

Lynda no había perdonado una eventual carrera de cantante, ya que en 1978 se publicó su primer álbum, titulado Portrait (en el que podemos encontrar tres composiciones propias). En consecuencia, protagonizaría cinco especiales de variedades en televisión entre 1980 y 1982, uno de los cuales ganaría un premio Emmy. Y lo que es más importante, las ventas de su póster batirían el récord de la antigua campeona Farrah Fawcett. El mayor reto actoral de Lynda no tardaría en llegar, ya que se le pidió que interpretara a la legendaria Rita Hayworth para un telefilme en 1983. Al poco tiempo, se transformaría en pelirroja, llevando lentes de contacto para transformar sus magníficos ojos azules en marrones. En 1984, a Lynda le ofrecieron una nueva serie regular, Partners in Crime, coprotagonizada por Loni Anderson. La serie trataba de dos mujeres que buscaban pistas tras la muerte de su antiguo marido (el mismo tipo, ¡oh!), y que acababan heredando su agencia de detectives. Se rodarían doce episodios, pero el proyecto fue pronto cancelado por su mediocridad.

Lynda se volvió a casar en 1984 con el abogado Robert Altman (sin relación con el famoso e irascible director de cine). A día de hoy, siguen juntos, con dos hijos. En 1986, salió un nuevo vídeo de belleza, titulado Lynda Carter: Secret to Perfect Make-Up. Poco después, se convirtió en modelo de la línea Maybelline, mostrando sus rasgos perfectos y tranquilos en numerosos anuncios publicitarios. Sus papeles como actriz eran ahora exclusivamente para la televisión, a un ritmo menos frecuente.

En 1994, Lynda volvió a la televisión en la serie Hawkeye, con una intriga que tenía lugar en la América de 1755. Lee Horsley (famoso por su papel de Matt Houston) tenía el papel protagonista, siendo Lynda su coprotagonista. La serie no sería renovada tras 22 episodios. Aun así, Lynda se convirtió en portavoz de Lens Express. En la actualidad, se mantiene ocupada con numerosas obras de caridad y es una invitada frecuente en muchas galas en torno a la Casa Blanca, ya que la pareja vive cerca de Washington, D.C. En 1996, Lynda se reunió con otra legendaria sirena, Pam Grier, para el telefilme Family Blessing.

¿Recuerdas a Diana Prince haciendo un giro… y transformándose pronto en Wonder Woman? ¿No fue maravilloso? Estas imágenes eran una delicia para nuestros jóvenes ojos. Curiosamente, las mujeres apreciaban a Lynda en la serie, incluso con el revelador traje (¡eh, era la réplica exacta del utilizado en el cómic!). Sigue siendo un personaje positivo y fuerte (incluso con algún que otro comentario sexista, nunca perdió su dignidad). Así pues, sólo podemos saludar a una de las pocas actrices que ha representado con acierto a una superheroína femenina en cualquier pantalla. Larga vida a Wonder Woman, y larga vida a Lynda Carter.