¿Dónde se encontró el primer mango?
La historia del mango comenzó hace miles de años en el subcontinente indio, donde, según la leyenda, se regaló a Buda un bosquecillo de mangos para que pudiera descansar a la sombra. Dejando de lado la leyenda, las pruebas fósiles indican que el mango hizo su primera aparición hace entre 25 y 30 millones de años en el noreste de la India, Myanmar y Bangladesh. En estas zonas el mango se cultiva desde hace más de 4.000 años y probablemente fue aquí, en el subcontinente indio, donde se cultivó por primera vez para uso doméstico.
¿Cómo se extendió el mango a otros países?
Según los informes históricos, las plantas de mango fueron llevadas en viajes a Malaya y Asia oriental por monjes budistas ya en los siglos IV y V antes de Cristo. A lo largo de los años, el mango fue ganando popularidad y, en el siglo X d.C., los comerciantes persas lo llevaron a Oriente Medio y África Oriental. Con la llegada de los portugueses a la India en el siglo XV, se extendió después a Sudamérica, Filipinas y África occidental. En el siglo XIX, el mango llegó a Australia, donde se cultiva desde entonces. En la actualidad, el mango se cultiva comercialmente en todas las zonas tropicales y subtropicales de Australia y del resto del mundo.