Nuestro perro destacado del día muestra la compasión, la vigilancia y la determinación del oso polar a través de sus acciones. Nanook (cuyo nombre significa literalmente «Oso Polar» en inuit) es un Husky blanco de Alaska. Este precioso perro es un animal rescatado y vive con su dueño, Scott Swift, en Girdwood, Alaska. Swift vio por primera vez a Nanook fuera de Walmart un día en un evento de adopción de mascotas. Al llevárselo a casa, Swift no se dio cuenta de todo el bien que este dulce cachorro iba a hacer en su vida. Como Swift y Nanook viven junto a un popular sendero, llamado Crows Pass, la pareja veía con frecuencia a la gente pasar por su casa. Aunque esto no era una gran preocupación para Swift, era bastante importante para Nanook.
Verás, este salvador blanco estaba dispuesto a salvar vidas; más de las que incluso su dueño era consciente. Debido a que Swift confiaba en Nanook, el perro podía vagar por el sendero a su antojo. Y es una suerte que pudiera hacerlo, porque en múltiples ocasiones, Nanook salvó a excursionistas heridos o perdidos. Uno de los incidentes de los excursionistas que llegó a las noticias fue el de Amelia Milling, estudiante del Instituto Tecnológico de Rochester y completamente sorda. Había salido para una aventura de tres días de senderismo en solitario en el Paso de los Cuervos y, por desgracia, perdió el equilibrio en un momento del viaje, deslizándose por la ladera helada de la montaña durante 600 pies. Aunque estaba agotada, no estaba terriblemente herida y fue en ese momento cuando Nanook apareció de la nada. Ayudó a guiar a Milling de vuelta al sendero, donde pudo volver lentamente a la montaña.
Sin embargo, la historia no termina ahí, ya que Nanook terminó salvando la vida de Milling por segunda vez. Fue apenas unos kilómetros después de haber comenzado a caminar de vuelta por el sendero, cuando Milling resbaló de nuevo y cayó al río helado. Conmocionado y herido, Milling luchó contra el agua helada. Nanook no perdió el tiempo, y saltando al agua fría junto a Milling, la ayudó a remar hasta la orilla. Como no era de extrañar, Milling sintió que no podía ir mucho más lejos y decidió meterse en su saco de dormir y permanecer allí hasta que se sintiera mejor y preparada para continuar. Por supuesto, eso era extremadamente peligroso en su estado, ya que la hipotermia podía aparecer; y Nanook parecía saberlo. Siguió lamiendo a Milling, intentando calentarla y mantenerla despierta. Al darse cuenta de que algo más grave ocurría, Milling pidió ayuda a través de su mensajero por satélite y luchó por mantenerse despierta hasta que llegó el helicóptero. Afortunadamente, gracias a la ayuda de Nanook, sobrevivió y se recuperó completamente. Es maravilloso cómo Nanook mostró el coraje y la inteligencia de su tocayo, el Oso Polar, para salvar a más de una persona en ese camino.