Todo el mundo sabe que las vitaminas y los minerales son importantes para mantener una buena salud. Pero lo que mucha gente puede no saber es que cuando no tenemos suficientes de estos nutrientes esenciales, podemos terminar experimentando muchos síntomas – síntomas que pueden ser confusos y difíciles de diagnosticar por nuestra cuenta. Los micronutrientes desempeñan un papel muy importante en muchos procesos de nuestro cuerpo, y los síntomas que experimentamos pueden ser desde sutiles hasta graves. A menudo, es fácil confundir los síntomas de las deficiencias nutricionales para algo más, como la falta de sueño o el envejecimiento.
En el Centro de Equilibrio Hormonal, ayudamos a los pacientes a entender sus deficiencias nutricionales con las pruebas y evaluaciones completas destinadas a ayudar a cada persona a obtener los niveles de nutrientes que necesitan para una salud óptima. Esta lista es una revisión muy breve de algunos de los síntomas más comunes que podría experimentar como resultado de una deficiencia de vitaminas o minerales. Vea si alguno de ellos le resulta familiar.
Calambres o espasmos musculares
Todos sabemos que el calcio es importante para la salud de los huesos y los dientes, pero ¿sabía que este mineral también desempeña un papel importante en las funciones nerviosas y musculares normales? Los niveles bajos de calcio pueden causar debilidad muscular, espasmos involuntarios (especialmente en la cara y alrededor de la boca) e incluso palpitaciones o ritmos cardíacos anormales. Y, por supuesto, los niveles bajos de calcio también pueden aumentar el riesgo de fracturas.
Fatiga y debilidad
La fatiga o la sensación general de estar «agotado» es un síntoma común asociado a muchos tipos de deficiencias nutricionales, incluidas las de vitamina D, hierro y magnesio. Al igual que el calcio, la vitamina D también es importante para la salud de los huesos y los músculos. Los síntomas de una carencia de vitamina D pueden ser bastante imprecisos y manifestarse como dolores musculares o fatiga general. Los niveles bajos de hierro son otra causa común de fatiga, y cuando los niveles son muy bajos, se puede desarrollar una condición llamada anemia, que ocurre cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno al resto del cuerpo. La piel pálida es otro signo de anemia y deficiencia de hierro. La carencia de magnesio puede causar fatiga, debilidad, pérdida de apetito, náuseas, ritmos cardíacos anormales e incluso convulsiones.
Entumecimiento u hormigueo
El potasio es un mineral importante que ayuda a que los nervios, el corazón y los músculos funcionen como es debido. Cuando sus niveles de potasio son bajos, puede desarrollar entumecimiento o sensación de hormigueo, y también puede experimentar debilidad muscular, estreñimiento y anomalías del ritmo cardíaco. Los niveles bajos de potasio son más frecuentes entre las personas que toman diuréticos y en las que realizan mucha actividad física o transpiran mucho.
Dificultades para concentrarse o pensar con claridad
Al igual que la fatiga, la «niebla cerebral» es otro síntoma relativamente común de las deficiencias de vitaminas y minerales. El culpable más común de los problemas de concentración y cognitivos es la deficiencia de vitamina B12. La vitamina B12 ayuda al cuerpo a producir unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores que sirven de mensajeros entre los nervios. Cuando sus niveles de B12 son bajos, sus niveles de estas sustancias químicas también pueden disminuir, y eso significa que las funciones cognitivas pueden verse afectadas. Además de estos síntomas, una deficiencia de vitamina B12 también puede causar problemas como fatiga, dificultad para coordinar la marcha y otros movimientos, cambios de humor y paranoia, e incluso alucinaciones si los niveles son muy bajos. La vitamina B12 no se encuentra en los alimentos de origen vegetal, por lo que los veganos tienden a tener un riesgo significativamente mayor de padecer esta deficiencia.
¿Es una deficiencia nutricional la que está causando sus síntomas?
Las deficiencias nutricionales pueden ser causadas por diferentes cuestiones, incluyendo una dieta pobre, enfermedades subyacentes o disfunción de las glándulas o medicamentos que interfieren con la capacidad de su cuerpo para absorber los nutrientes. La buena noticia es que las deficiencias nutricionales suelen ser fácilmente tratables con suplementos, terapia intravenosa y asesoramiento nutricional. Si usted está teniendo síntomas inexplicables y anormales, el primer paso para sentirse mejor es programar una evaluación con el equipo de bienestar especializado en el Centro de Equilibrio Hormonal. Si se identifica una deficiencia nutricional, podemos proporcionarle el tratamiento que necesita para reequilibrar sus niveles de vitaminas y minerales para que pueda disfrutar de una salud óptima y el bienestar. Para empezar, reserve una cita en línea hoy.