La vida y el ministerio de San Juan Pablo II
Adaptado de From Pope John Paul II to Benedict XVI, por la Hermana Mary Ann Walsh, RSM con Catholic News Service
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Karol Wojtyla, el futuro Papa Juan Pablo II, vivió una vida anormalmente variada antes de su ordenación sacerdotal. De adolescente, partía piedra en una cantera, escribía poesía y apoyaba una red de contrabando de judíos para ponerlos a salvo durante la ocupación alemana de Polonia.
Como joven sacerdote, era un favorito de los estudiantes de la Universidad de Lublin, que acudían a sus clases y se unían a él en viajes de acampada, senderismo y piragüismo. Siendo el segundo cardenal más joven nombrado por el Vaticano, dirigía una oficina informal y celebraba las fiestas con los actores de Cracovia.
No debería haber sido una sorpresa que redefiniera el papel y el comportamiento tradicional del papado viajando mucho, continuando con las actividades al aire libre y asumiendo una amplia gama de cuestiones políticas y morales.
Cuando era estudiante de secundaria en su ciudad natal de Wadowice, en el sur de Polonia, Wojtyla impresionó a sus compañeros de clase por la intensidad con la que rezaba en la iglesia, un hábito de meditación profunda que le acompañó de por vida
«Incluso de niño era excepcional», dijo RafatTatka, un vecino que conocía al joven como Lolek, un apodo que se traduce como Chuck.
La toma de Polonia por los nazis en septiembre de 1939 supuso el fin oficial de toda formación religiosa y actividad cultural, pero Wojtyla asistió a una universidad clandestina en Cracovia y ayudó a crear un grupo de teatro clandestino que actuaba en tiendas y hogares. Además de la cantera, trabajó en una fábrica de productos químicos, experiencias que le proporcionaron material para su poesía y sus escritos sobre el trabajo.
Participó en la misa diaria, los ejercicios espirituales, la devoción mariana y el estudio de la Biblia. Sus amigos dicen que cuando su padre murió en 1941, Karol se arrodilló durante 12 horas en oración junto a su cama.
Poco después, se retiró del grupo teatral y comenzó a estudiar para el sacerdocio, una decisión que sorprendió a muchos de sus amigos, que intentaron convencerle de que su talento estaba en el teatro. Estudió en un seminario clandestino que funcionaba en la residencia del cardenal Adam Sapieha en Cracovia, desafiando las órdenes nazis que prohibían la educación religiosa.
El arzobispo lo veía como un futuro líder de la Iglesia. Sin embargo, el joven, que escribió poemas y una tesis doctoral sobre el misticismo de San Juan de la Cruz, se sintió atraído por la contemplación monástica. Dos veces durante estos años intentó ingresar en las Carmelitas Descalzas, pero fue rechazado con el consejo: «Estás destinado a cosas mayores».
Se ordenó el 1 de noviembre de 1946, justo cuando el régimen comunista reemplazó a los alemanes al final de la guerra.