El objetivo de la terapia de lesión cerebral traumática y de la rehabilitación es ayudar al individuo deteriorado a progresar hasta el nivel más alto de funcionamiento posible para lograr la máxima independencia.
La rehabilitación de la lesión cerebral implica dos procesos esenciales: la restauración de las funciones que pueden ser restauradas y el aprendizaje de nuevas estrategias cuando las funciones no pueden ser restauradas a los niveles anteriores a la lesión. La terapia de estimulación cognitiva desempeña un papel fundamental en el proceso de rehabilitación. La rehabilitación de las lesiones cerebrales se basa en la naturaleza y el alcance de los síntomas neuropsicológicos identificados durante una evaluación posterior a la lesión.
La rehabilitación de las lesiones cerebrales debe tener en cuenta una amplia gama de fortalezas y debilidades neurofuncionales en el cerebro del paciente lesionado. Las habilidades básicas (por ejemplo, específicamente la atención, la concentración, las habilidades de percepción) deben reforzarse antes de que puedan añadirse habilidades más complejas (por ejemplo, la resolución de problemas, el análisis estratégico, etc.). Este patrón de identificación de fortalezas y debilidades funcionales junto con la estimulación focalizada de las áreas deficientes es la base para el diseño de un programa de rehabilitación cerebral.
La rehabilitación de lesiones cerebrales sigue patrones de desarrollo cerebral. Los sistemas gruesos o a gran escala deben desarrollarse (o reentrenarse) antes que los sistemas más finos. La atención, la concentración y las habilidades perceptivas deben desarrollarse (o reentrenarse) antes de la actividad intelectual compleja.
¿Qué problemas cognitivos pueden derivarse de una lesión cerebral traumática?
Los problemas cognitivos derivados de una lesión cerebral traumática varían mucho de una persona a otra. Estos problemas dependen de muchos factores, como la personalidad del individuo, las capacidades previas a la lesión y la gravedad del daño cerebral, junto con otros parámetros influyentes.
Mientras las funciones ejecutivas (lógica, resolución de problemas, etc.) estén intactas, es probable que una persona pueda sufrir una pérdida cognitiva considerable y seguir siendo independiente, constructiva y productiva. Cuando estas funciones ejecutivas de orden superior y más complejas están deterioradas, tienden a manifestarse globalmente, afectando a todos los aspectos del comportamiento. Las funciones ejecutivas consisten en aquellas capacidades que permiten a una persona llevar a cabo con éxito un comportamiento independiente, intencionado y autosuficiente. Se diferencian de las funciones cognitivas básicas en varios aspectos. Las preguntas sobre las funciones ejecutivas tienen que ver con el modo en que una persona hace algo (por ejemplo, ¿lo hará y, si es así, cómo?)
Las mejoras cognitivas pueden producirse a medida que otras áreas del cerebro aprenden a asumir la función de las áreas dañadas. Este proceso de «aprendizaje» es el proceso clave mediante el cual se aprovecha la neuroplasticidad del cerebro para regenerar las vías neuronales existentes y encontrar desvíos de la red neuronal alrededor de las áreas permanentemente dañadas.
En algunos individuos, las deficiencias cognitivas suelen incluir problemas con
- Atención
- Atención focalizada
- Atención dividida
- Concentración
- Memoria
- Memoria a corto plazo
- Memoria a largo plazo
- Comprensión
- Interpretación de instrucciones
- Aprendizaje de nueva información
- Lenguaje
- Lectura
- Escritura
- Dificultad para para encontrar palabras
- Formar frases correctamente
- Describir cosas o situaciones
- Matemáticas simples y complejas
- Funciones ejecutivas
- Resolución de problemas
- Decisión Toma de decisiones
- Planificación
- Juicio
- Organización de pensamientos
Los individuos con lesiones cerebrales traumáticas no suelen ser conscientes de sus déficits cognitivos y pueden frustrarse o enfadarse.
¿Cómo se tratan estos problemas cognitivos?
La rehabilitación de los problemas cognitivos y de comunicación es un proceso continuo y permanente. Una vez que los médicos, los logopedas, los neuropsicólogos, los terapeutas ocupacionales y otros profesionales han evaluado el alcance de la pérdida cognitiva, las habilidades de comunicación, las capacidades de comportamiento, la capacidad de vida diaria activa (AVD) y la capacidad auditiva, se puede desarrollar un plan de tratamiento. Los problemas cognitivos y de comunicación causados por las lesiones cerebrales traumáticas se tratan mejor desde el principio, a menudo mientras la persona está todavía en el hospital. Esta terapia temprana se centrará con frecuencia en aumentar el estado de alerta y la capacidad de atención. Pueden centrarse en la mejora de la orientación hacia la persona, el lugar, el tiempo y la situación, y en el uso de actividades de logopedia de la lesión cerebral traumática para estimular la comprensión del habla.
La rehabilitación cognitiva a más largo plazo puede realizarse de forma individual, en grupo o en ambos casos, dependiendo de las necesidades del individuo. Esta terapia suele tener lugar en un centro de rehabilitación diseñado específicamente para el tratamiento de individuos con lesión cerebral traumática. Las terapias pueden complementarse con ejercicios de rehabilitación de lesiones cerebrales traumáticas en casa. El entorno del centro de rehabilitación permite una terapia intensiva por parte de logopedas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y neuropsicólogos en el momento en que el individuo puede beneficiarse mejor de dicha terapia intensiva. Otros individuos pueden recibir terapia en casa por parte de terapeutas visitantes o de forma ambulatoria en un hospital, centro médico o centro de rehabilitación.
El objetivo de la rehabilitación es ayudar al individuo a progresar hasta el nivel de funcionamiento más independiente posible. La terapia se centrará en la recuperación de las habilidades perdidas, así como en el aprendizaje de formas de compensar las capacidades que han cambiado permanentemente a causa de la lesión cerebral. La mayoría de las personas responden mejor a los programas adaptados a sus antecedentes e intereses. Los programas de terapia más eficaces cuentan con la participación de los miembros de la familia, que son los que mejor pueden proporcionar esta información y apoyar el proceso de rehabilitación.
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