El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es la muerte abrupta e impredecible de un bebé, a la cual no se encuentra explicación alguna después de una investigación completa. También se conoce como muerte en la cuna, ya que ocurre mientras el bebé duerme la siesta o durante la noche.
El SMSL es una de las principales causas de muerte en bebés. La mayoría de las veces, sucede en los primeros cuatro meses de vida, por lo general, en otoño, invierno y a comienzos de la primavera.
¿Cuál es la causa del SMSL?
Nadie conoce las causas principales del SMSL. Los médicos e investigadores han descubierto que no se trata de un solo factor, sino de una combinación de factores. Entre éstos se pueden incluir un defecto anatómico en el cerebro, una anormalidad en el sistema inmunológico, un trastorno metabólico o una irregularidad en los latidos del corazón.
En teoría, cuando un bebé con cualquiera de estos problemas se enfrenta a una situación más compleja, como dormir boca abajo y respirar demasiado dióxido de carbono, inhalar humo de cigarrillo, sufrir una infección respiratoria o tener mucho calor, tiene más probabilidades de morir por causa del SMSL.
A continuación encontrarás información más detallada acerca de las últimas teorías e investigaciones:
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Un defecto cerebral: cada vez hay más evidencias que indican que algunos bebés que han muerto del SMSL sufren una anormalidad o inmadurez del tronco cerebral, que controla la respiración y el despertar durante el sueño. Normalmente los bebés pueden sentir problemas como la falta de aire o el exceso de dióxido de carbono. Sin embargo, es posible que los que padecen dichas anomalías cerebrales no tengan este mecanismo de protección.
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Un defecto en el sistema inmunológico: las investigaciones han demostrado que el sistema inmunológico de algunos bebés con SMSL genera un número de glóbulos blancos y proteínas mayor que lo normal. Algunas de estas proteínas pueden influir en el funcionamiento del cerebro y cambiar el ritmo cardíaco y la respiración durante el sueño o hacer que el bebé caiga en un sueño profundo.
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Un trastorno metabólico: es posible que los bebés que nacen con un cierto trastorno metabólico sean más propensos al SMSL. Por ejemplo, si no tienen cierta enzima (acil-CoA deshidrogenasa de cadena media), es posible que no sean capaces de procesar bien los ácidos grasos. Además, la acumulación de estos ácidos puede originar una interrupción rápida y fatal de la respiración y de la función cardiaca.
Las investigaciones también muestran que los niños corren más riesgos que las niñas y que ciertos grupos étnicos corren más riesgos que otros. Sin embargo, los expertos concuerdan en que los bebés corren más riesgos de padecer el SMSL si:
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Duermen boca abajo.
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Se les acuesta sobre ropa de cama o colchones blandos.
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Son hermanos de un bebé que murió por causa del SMSL.
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Están demasiado abrigados o duermen en una habitación cuya temperatura es muy alta.
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Nacieron prematuramente o con bajo peso.
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Están expuestos a inhalar humo pasivamente.
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Su madre fumaba o consumía drogas durante el embarazo.
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Su madre no tuvo un cuidado prenatal o quizás sólo lo tuvo durante los últimos meses.
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Su madre es adolescente.
Cómo disminuir el riesgo.
Antes de dejar el hospital con tu bebé recién nacido, puedes recibir una larga lista de instrucciones, entre las cuales se encuentran: siempre acuesta a tu bebé boca arriba para dormir. Los investigadores habían empezado a dejar de lado este consejo en 1992, pero, cuatro años después, volvieron a reforzarlo, cuando la American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría) recomendó que a todos los bebés sanos se les acostara boca arriba para dormir.
En 1994, en Estados Unidos se lanzó la campaña nacional «Dormir de espalda» para promover la posición supina o boca arriba durante el sueño.
Algunas encuestas han confirmado que cada vez más personas hacen dormir a sus pequeños boca arriba, lo que ha reducido la incidencia del SMSL en un 47 por ciento. Los padres primerizos tienen mucho que aprender. Si bien gran parte del entrenamiento lo da la crianza misma del pequeño, puedes adelantar ciertos pasos para mantenerlo seguro, sentirte cómoda en tu nuevo papel y reducir tus temores con respecto al cuidado infantil. Cuando se trata de dormir y de disminuir el riesgo de SMSL, asegúrate de seguir las pautas que se indican a continuación.
Lista de verificación para un sueño seguro.
Aquí encontrarás algunas estrategias inteligentes para reducir al mínimo los riesgos del SMSL.
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Régimen prenatal: asegúrate de que tu cuidado prenatal sea regular y oportuno, incluidas las visitas frecuentes al médico y una buena alimentación. No consumas drogas ni alcohol.
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Ropa de cama: usa un colchón duro en la cuna o en el moisés, de manera que tu bebé no se hunda en él. No pongas mantas mullidas, colchas gruesas o piel de oveja debajo ni encima del bebé y retira todos los juguetes o almohadas de relleno suave del lugar donde duerme tu bebé.
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Posición: acuesta siempre a tu bebé boca arriba para dormir. Para que el recién nacido se mantenga de espaldas coloca una toalla plegada a los dos lados del bebé, de manera que se pueda acomodar sin moverse
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Temperatura: evita temperaturas muy altas en la habitación de tu bebé. Mantén la temperatura a un nivel que sea grato para ti y no le pongas demasiada ropa durante la noche.
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Revisiones del bienestar del bebé: lleva a tu bebé al médico para que le realicen los chequeos de rutina y le administren las vacunas correspondientes.
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Aire limpio: nunca fumes cerca de tu bebé ni en su habitación.
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Lactancia materna: si es posible, amamanta a tu bebé para que comience su vida con fuerzas y se mantenga saludable.
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La hora de posición boca abajo (siempre supervisada): anima a tu bebé a pasar algún tiempo sobre tu barriguita cuando esté despierto, de manera que fortalezca los músculos de sus brazos y hombros. Ponlo en el suelo sobre un manta o en el parque con juguetes que llamen su atención.
* Artículo realizado por la Dra. Suzanne Dixon.