Un joven gerente me abordó el otro día. «He estado leyendo todo sobre el liderazgo, he puesto en práctica varias ideas y creo que estoy haciendo un buen trabajo dirigiendo a mi equipo. ¿Cómo sabré cuándo he pasado de ser un gerente a un líder?», quería saber.
No tenía una respuesta preparada y es un tema complicado, así que decidimos hablar al día siguiente. Pensé largo y tendido, y se me ocurrieron tres pruebas que te ayudarán a decidir si has hecho el cambio de gestionar personas a liderarlas.
Contar valor vs Crear valor. Probablemente esté contando valor, no añadiéndolo, si está dirigiendo personas. Sólo los gestores cuentan el valor; algunos incluso lo reducen inhabilitando a los que añaden valor. Si a un cortador de diamantes se le pide que informe cada 15 minutos de cuántas piedras ha cortado, al distraerlo, su jefe está restando valor.
Por el contrario, los líderes se centran en crear valor, diciendo: «Me gustaría que te ocuparas de A mientras yo me ocupo de B». Él o ella genera valor por encima de lo que crea el equipo, y es tan creador de valor como sus seguidores. Liderar con el ejemplo y liderar capacitando a la gente son las señas de identidad del liderazgo basado en la acción.
Círculos de influencia vs. Círculos de poder. Al igual que los gerentes tienen subordinados y los líderes tienen seguidores, los gerentes crean círculos de poder mientras que los líderes crean círculos de influencia.
La forma más rápida de averiguar cuál de los dos está haciendo es contar el número de personas fuera de su jerarquía de informes que acuden a usted en busca de consejo. Cuantos más lo hagan, más probable será que te perciban como un líder.
Liderazgo de personas vs Gestión del trabajo. La gestión consiste en controlar un grupo o un conjunto de entidades para lograr un objetivo. El liderazgo se refiere a la capacidad de un individuo para influir, motivar y permitir que otros contribuyan al éxito de la organización. La influencia y la inspiración separan a los líderes de los gestores, no el poder y el control.
En la India, M.K. Gandhi inspiró a millones de personas a luchar por sus derechos, y caminó codo con codo con ellos para que la India pudiera lograr la independencia en 1947. Su visión se convirtió en el sueño de todos y consiguió que el empuje del país hacia la independencia fuera imparable. El mundo necesita líderes como él, capaces de pensar más allá de los problemas, de tener una visión y de inspirar a la gente para convertir los retos en oportunidades, paso a paso.
Animé a mi colega a poner a prueba esta teoría invitando a sus compañeros de equipo a charlar. Cuando dejen de hablar de las tareas que tienen entre manos y, en su lugar, hablen de la visión, el propósito y las aspiraciones, entonces sabrá que se ha convertido en un líder.
¿Estás de acuerdo?