Q: El 4 de julio, intenté depositar en un cajero automático lo que creía que eran 1.000 dólares en la cuenta corriente de mi mujer. Puse la pila de billetes de 20 dólares en la ranura. La máquina los cogió y los contó.
En la pantalla ponía 880 dólares. Intenté contactar con mi mujer para asegurarme de que no había sacado dinero del montón. Ella no contestó, así que pulsé el botón de cancelar la transacción. No quería aceptar el depósito sin estar seguro de que esa era la cantidad correcta. (Resulta que había sacado 120 dólares de la pila y se olvidó de decírmelo.)
Después de pulsar cancelar, el cajero automático funcionó mal y no me devolvió el dinero. Escupió un recibo diciendo error de depósito a la cuenta. Todavía tengo el recibo. Volví a pasar la tarjeta y seleccioné la opción de depósito para asegurarme de que la ranura no se abriera y mi dinero saliera para la siguiente persona que hiciera un depósito. La pantalla decía «no se puede procesar este tipo de transacción en este momento»
Al día siguiente llamé al banco y me aseguraron que esto se resolvería y acreditaron en su cuenta 880 dólares. No volvimos a pensar en ello.
El 17 de agosto, sin una llamada telefónica ni nada, retiraron 880 dólares de la cuenta de mi mujer. Cuando nos pusimos en contacto con el banco, nos dijeron que habían concluido su investigación y que «habían determinado que las transacciones en cuestión se habían procesado correctamente y no se había producido ningún error.» Me indigné. Tenía un recibo que decía que había un error.
Visité el banco y hablé con un supervisor y me dijeron que no podían ayudarme. Me dijeron que llamara al número 1-800 del banco, cosa que ya había hecho. Así que llamé de nuevo. Hablé con otro supervisor y me dijeron básicamente que no podían hacer nada más. El 15 de julio auditaron la máquina y no encontraron ningún dinero adicional. No podía creerlo. Tampoco podía creer que tardaran 10 días en revisar esa máquina. ¿Quién estuvo en esa máquina en el ínterin? El supervisor no pudo responderme a eso.
Pregunté si el personal de la sucursal tenía acceso al cajero y su respuesta fue mínima. También pedí hablar con la persona que atendió mi reclamación para saber qué proceso siguieron para determinar que no había ningún error. Me dijeron que el departamento de reclamaciones no aceptaba llamadas telefónicas. Escríbales una carta, me dijeron.
Pregunté por la videovigilancia y me dijeron que eso no mostraría cuánto dinero estaba depositando. Dije que mostraría que estaba depositando algo. No tuvo respuesta para mí.
Una mujer que maneja nuestras cuentas en mi lugar de trabajo se puso en contacto con el director de la sucursal. En realidad, ella trabaja para el banco, así que pensé que podría ayudar. No hubo suerte. No he tenido ningún resultado con nada de lo que he intentado. Esto nos ha causado mucho estrés a mi mujer y a mí, tanto financiera como personalmente. La semilla de la duda que esto ha plantado en la cabeza de mi mujer está afectando enormemente a nuestro matrimonio. Simplemente no sé qué hacer. Me siento derrotado. Sé que puse ese dinero en el cajero automático. Estoy pensando en presentar una denuncia a la policía.
S.B., Cleveland
A: Todavía estoy colgado de cómo alguien puede dejar que un cajero automático succione 1.000 dólares de su dinero ganado con esfuerzo. Son máquinas. Tu desastre es otro recordatorio de por qué es una mala idea. Volveremos a eso.
También me sorprendió que alguien pudiera meter dinero en un cajero automático -o dárselo a cualquiera- sin contarlo primero.
Y me sorprendió que, cuando llamaste por primera vez al banco y te dijeron que tus 880 dólares se acreditarían sin problema, no te dieran el nombre de la persona. Cuando hablamos, pensé que sería un punto de partida. Pero no tenían el nombre. Por segunda vez ese día, cerré los ojos y me planté la palma de la mano en la frente. Leer tus correos electrónicos me dolió.
Me alegra informarte de que al final pudiste reunirte con la directora de la sucursal y que dijiste que fue la primera persona del banco que intentó ayudar. Ella investigó y encontró que el cajero automático se excedió ese día en 680 dólares. No los 880 dólares que usted cree que depositó, pero es mejor que nada. Dijeron que seguirían investigando.
Al igual que tú, me pregunto por qué el banco no intentó llegar al fondo de los 680 dólares de más hasta que alguien preguntó por ello. Eso no parece ser muy honesto ni muy buen negocio.
Te acreditaron 680 dólares y tienes la esperanza de que rastreen el resto.
Pero caramba, no vuelvas a hacer algo así. Entiendo que los cajeros automáticos de hoy en día son estas máquinas fantasiosas que escupen recibos, leen nuestros cheques e incluso pueden operar con nuestra huella digital en lugar de nuestra tarjeta de cajero automático. (¿También pueden darte un espresso?) No son perfectos. Y cuando meten la pata, los errores pueden ser costosos.
Nunca recomendaría que alguien depositara una gran cantidad de dinero en un cajero automático. Simplemente nunca. Si algo sale mal, no tienes ningún humano al otro lado para ayudarte. Si hubiera entregado ese dinero a un cajero, éste lo habría contado delante de usted y le habría dado inmediatamente un recibo.
Yo tampoco depositaría un cheque en un cajero automático que necesitara absolutamente contabilizar el mismo día porque tiene transacciones que van en contra del depósito. De nuevo, si el depósito se estropea, tienes un problema y ninguna prueba. En un caso como éste, el depósito móvil es fantástico. Obtienes una confirmación inmediata de que tu cheque ha sido depositado. Y si algo se estropea, todavía tienes el cheque.
Está claro que tu mujer no necesitaba esos 1.000 dólares o 880 dólares en su cuenta ese día, porque estuviste sin ellos un par de días. Su vida habría estado mucho menos estresada y no habría perdido toneladas de tiempo y 200 dólares si se hubiera pasado por el banco en horario de oficina.