En Wonder, Auggie Pullman revela que nació con una condición llamada disostosis mandibulofacial, que se conoce más comúnmente como Síndrome de Treacher Collins. Esta enfermedad es muy rara, ya que sólo se da en 1 de cada 50.000 nacimientos. Recibe su nombre del cirujano Edward Treacher Collins, que describió por primera vez sus rasgos en 1900.
El síndrome de Treacher Collins afecta al desarrollo de los huesos y otros tejidos faciales. La prevalencia de los signos y síntomas de este trastorno puede variar mucho. En algunos niños la afección es casi imperceptible, pero en otros, como Auggie, los síntomas son graves. Los rasgos distintivos de este síndrome son los pómulos subdesarrollados, la mandíbula y el mentón pequeños, el paladar hendido y los ojos inclinados hacia abajo.
Pero estas anomalías pueden tener efectos que van más allá de la apariencia. Los huesos faciales subdesarrollados pueden restringir las vías respiratorias de un bebé, lo que provoca problemas respiratorios. Algunas de las anomalías oculares pueden conducir a la pérdida de visión, y la formación inusual de los oídos puede dar lugar a la pérdida de audición. Auggie experimenta este último problema y acaba necesitando audífonos para poder oír correctamente. Una forma similar de deficiencia auditiva se produce en aproximadamente el 50% de los individuos afectados.
El STC no puede curarse, pero ciertos tratamientos pueden abordar sus síntomas. La cirugía plástica puede ayudar a normalizar la estructura facial, y pueden llevarse a cabo otros procedimientos para corregir problemas de mandíbula, paladar hendido y otras anomalías faciales. La cirugía también puede abordar los problemas de audición y visión. Algunos niños nacidos con TCS tienen problemas para hablar; si este es el caso, el niño puede ser enviado a terapia del habla desde una edad temprana.