4 formas naturales de combatir la fatiga crónica

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Más de un millón de estadounidenses viven con el síndrome de fatiga crónica (SFC), según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). La fatiga crónica es una condición médica caracterizada por la fatiga extrema después de un esfuerzo físico o mental que no está relacionado con una condición subyacente. Existen varias teorías sobre lo que conduce a este síndrome, pero la causa exacta sigue siendo desconocida.

Si tiene el síndrome de fatiga crónica sabe que algunos días, incluso cepillarse los dientes puede parecer una maratón. Es posible que haya probado todos los tratamientos farmacológicos aprobados que existen. Si está buscando una alternativa, aquí tiene cuatro formas de aumentar su energía sin tomar pastillas.

Terapia de ejercicio gradual

Los estudios han demostrado repetidamente que la terapia de ejercicio gradual ayuda a los enfermos de SFC. Este tipo de terapia le permite empezar a hacer ejercicio muy gradualmente con estiramientos y movimientos guiados. Con el tiempo podrá aumentar la intensidad y la duración del ejercicio. En un estudio aleatorio y controlado, los participantes que se sometieron a la terapia de ejercicio graduado informaron de una fatiga significativamente menor que las personas del grupo de control, que recibieron atención médica estándar

Sueño

Las personas con SFC suelen tener un sueño interrumpido o desordenado e incluso pueden sufrir insomnio. Se ha demostrado que aumentar el tiempo y la calidad del sueño ayuda a «reponer la energía del cuerpo y curar sus músculos», según un estudio publicado en el Journal of Chronic Fatigue Syndrome. Un sueño adecuado reduce el cansancio y mejora la energía y la fuerza muscular de las personas con SFC. Intente dormir al menos ocho horas cada noche. Si tiene problemas para conciliar el sueño o mantenerse dormido, pruebe algunos de estos tps para dormir.

Ribosa

La ribosa es un azúcar extremadamente importante que su cuerpo utiliza para ayudar a la producción de energía. No la confundas con el azúcar común (¡y no busques una bolsa de galletas o un pastel de chocolate!). La ribosa es un componente clave en el proceso de creación de energía dentro de las células. Puede tomarse como suplemento (es posible que lo veas listado como D-ribosa). Un estudio demostró que la ingesta de D-ribosa redujo significativamente los síntomas -específicamente los problemas de sueño, la niebla mental y el dolor- en personas que padecían tanto el síndrome de fatiga crónica como la fibromialgia. Normalmente, se empieza con 5 gramos de ribosa dos veces al día.

Vitamina D

Se ha detectado una deficiencia de vitamina D en hasta el 50 por ciento de la población general. Aunque los investigadores siguen debatiendo el papel de esta vitamina en el SFC, lo que sí sabemos es que si usted tiene una deficiencia de vitamina D y padece fatiga crónica, puede notar un leve alivio del dolor tras una suplementación adecuada. Intente obtener de 1.000 a 4.000 unidades internacionales al día; esto puede variar dependiendo de la gravedad de su deficiencia. Consulte a su médico antes de empezar a tomar ribosa, vitamina D o cualquier otro suplemento.

Vivir con el síndrome de fatiga crónica puede ser un reto y una frustración. ¡No renuncie a su oportunidad de sentirse mejor! Hable con su médico sobre si estos tratamientos pueden ayudarle.

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