¿Quieres una forma sencilla de reducir la grasa? Si es así, entonces reúnanse y dejen que
les cuente este cuento, no les vendrá nada mal. Se trata del swing con kettlebell, y específicamente, de hacer 300 swings con kettlebell por día, todos los días, y sin excepción.
Realizar swings (a dos manos o a una mano, no importa) todos los días, de forma intermitente, y hasta el gran total de trescientos sirve para un par de propósitos útiles.
Principalmente ofrece una forma de entrenamiento de resistencia metabólica «sobre la marcha», para avivar el horno metabólico, y dejarlo ardiendo incluso después de que el ejercicio haya concluido hace tiempo. En resumen, es una forma muy eficaz de quemar grasa, y no se obtiene el mismo efecto con los esfuerzos tradicionales de «cardio», como hemos llegado a saber.
En segundo lugar, el swing es un movimiento maravilloso y poderoso para endurecer y dar forma al trasero, limbering los isquiotibiales, y el fortalecimiento de la espalda baja.
Cuando se hace correctamente, aumenta la potencia, la flexibilidad y la capacidad de trabajo.
300 repeticiones parece ser el número mágico – el número de Ricitos de Oro – ni demasiado, ni demasiado poco, sino lo justo. Si tienes experiencia, te ofrezco la siguiente prescripción.
Los hombres usan un 24kg y las mujeres un 16kg. Si no tienes experiencia, pues busca un entrenador, porque el swing no es algo que debas aprender por tu cuenta.
¿Cuál es la mejor manera de hacer los swings? No recomiendo hacerlos todos a la vez. En lugar de ello, divídalo en series de diez, veinte o incluso cincuenta, y trabájelo de forma esporádica durante las horas de vigilia.
Si me permite aventurar una idea, simplemente deje su kettlebell en la zona de mayor tráfico de su casa, por ejemplo, la cocina, y cada vez que se encuentre con el engendro, trabaje una serie de balanceos hasta el número que le guste.
Para una bonificación adicional, haga una o dos series justo antes de alimentarse y justo después, también, para asegurar que cualquier calabaza que tome a bordo sea transportada preferentemente a la carne del músculo hambriento y no se convierta rápidamente y se deposite donde pueda resultar poco atractiva.
Dije que el programa es de 300 balanceos de kettlebell al día, y esa premisa, creo, es lo suficientemente clara como para evitar cualquier otra elaboración. Pero aun así, plantea la pregunta. ¿Qué más debo hacer además de esto? La respuesta, más o menos, es todo lo que quieras.