Cola, en zoología, prolongación de la columna vertebral más allá del tronco del cuerpo, o cualquier proyección delgada que se asemeje a dicha estructura. La cola de un vertebrado está compuesta de carne y hueso pero no contiene vísceras. En los peces y en muchas larvas de anfibios, la cola es de gran importancia para la locomoción. En la mayoría de los cuadrúpedos terrestres no es un aparato locomotor importante, aunque en animales como los cocodrilos, las nutrias y las ballenas, que están adaptados secundariamente a un medio acuático, la cola, a menudo aplanada, vuelve a ser importante. Los animales arborícolas (por ejemplo, la ardilla) utilizan la cola para mantener el equilibrio y como timón al saltar; en algunos (por ejemplo, el mono araña, el camaleón) es prensil, una quinta extremidad para aumentar la movilidad y la estabilidad. Otros usos adaptativos de la cola son la defensa (por ejemplo, el puercoespín), las señales sociales (perro), las señales de advertencia (serpiente de cascabel) y la caza (caimán). La mayoría de las vértebras de la cola de las aves se han fusionado en el corto hueso pigóstilo; este apéndice sostiene las plumas de la cola, que ayudan a la maniobrabilidad del vuelo.