Uno de los esqueletos más antiguos y completos de los ancestros de la humanidad ha sido descubierto en Sudáfrica.
Un equipo ha pasado más de 20 años excavando, limpiando y recomponiendo el esqueleto de Little Foot.
Su edad exacta se debate, pero los científicos sudafricanos dicen que los restos tienen 3.Esto significaría que Pie Pequeño vivió unos 500.000 años antes que Lucy, el famoso esqueleto de un antiguo pariente humano hallado en Etiopía.
Tanto Pie Pequeño como Lucy pertenecen al mismo género -Australopithecus-, pero son especies diferentes.
Los científicos creen que esto demuestra que los ancestros de la humanidad estaban repartidos por una zona de África mucho más amplia de lo que se pensaba. También sugiere que había un número diverso de especies.
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Little Foot fue descubierto en las cuevas de Sterkfontein, al noroeste de la principal ciudad sudafricana, Johannesburgo
Se cree que fue una joven que se cayó por un pozo de una de las cuevas.
«Puede ser pequeño, pero puede ser muy importante. Porque así es como empezó, con un pequeño hueso. Y nos ayuda a entender nuestros orígenes», dijo el líder del equipo, el profesor Ron Clarke.
El proceso de extracción de los huesos de las cuevas fue minucioso, ya que el fósil tenía «huesos muy frágiles», que eran «extremadamente blandos» y estaban «enterrados en un material natural parecido al hormigón», añadió.
«Usamos herramientas muy pequeñas, como agujas para excavar. Por eso tardamos tanto. Fue como excavar un pastelito de hormigón», dijo el profesor Clarke.
Análisis: Un tesoro
Por Andrew Harding, BBC News, Johannesburgo
El esqueleto completo de Pie Pequeño, como se le conoce, demuestra que es más parecido a nosotros que a un simio, con brazos más cortos y manos pequeñas. Probablemente dormía en los árboles.
La forma en que encaja en nuestro árbol genealógico es todavía un trabajo en progreso. Pero es más antigua que Lucy, un esqueleto más famoso pero incompleto encontrado en la lejana Etiopía.
Y eso significa que nuestros antiguos ancestros estaban casi seguramente dispersos por África.
Los científicos están acostumbrados a basar sus teorías en pequeños fragmentos de fósiles, pero las cuevas de Sudáfrica se están convirtiendo rápidamente en un tesoro y están ayudando a reescribir nuestra comprensión de cómo evolucionó nuestra especie.